Uno acude a los diversos medios de comunicación social del 10 de setiembre, cuando se da la separación definitiva, de Venezuela del sistema jurídico internacional existente para nuestra América, sobre los Derechos Humanos (Convención, Comisión, Corte). Según esas noticias la casi totalidad de la gente del Continente lamenta, deplora y enjuicia críticamente la resolución venezolana, y se encuentra con reflexiones y afirmaciones como las siguientes: 1) Por encima de los más diversos llamados a la reflexión y reconsideración de casi todas partes, el gobierno venezolano, en la persona de su presidente, reafirmó la posición oficialista, siempre con su lenguaje descalificativo y ofensivo. 2) En contrario, toda la oposición rechaza el retiro de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos (CIDH). 3) “El pueblo humilde es el más perjudicado con la pérdida de la Corte Internacional. 4) Se cierran con esta negativa medida vías de justicia en Venezuela. 5) El Ejecutivo afirma que buscará otra instancia. 6) La decisión gubernamental venezolana es violatoria de la misma Constitución y del ejercicio democrático, según lo consagra la Carta Democrática Interamericana. La separación de poderes, inexistente en Venezuela, es la esencia de toda democracia, indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y los derechos humanos. 7) No menos grave es el reiterado incumplimiento de las decisiones, recomendaciones y sentencias de los órganos de tutela internacional de los derechos humanos. 8) En Venezuela la Mesa de la Unidad Democrática expresa su protesta por la situación de indefensión en que el régimen coloca a los ciudadanos frente a sus desmanes y atropellos. 9) Ha sido, y ya no lo es, el único recurso legal hasta hoy disponible; es el único tribunal internacional en la región que emite sentencias vinculantes. 10) Jurídicamente Venezuela está obligada a cumplir los fallos dictados antes del 10 de setiembre y los posteriores sobre hechos ocurridos antes de esa fecha. 11) En lo adelante debemos acudir ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra. 12) “La CIDH monitoreará a Venezuela mientras permanezca en la OEA”. 13) “Venezuela violó tres normas de Mercosur, al salirse de la Corte”
Personalmente agregamos al decir nacional e internacional: Nadie puede olvidar en todo esto que los derechos humanos no prescriben jamás. “DDHH no tienen fecha de vencimiento”. Mientras tanto, todas las ramas del Poder Público Nacional en una sola (por aquello de “un solo gobierno”) podrán hacer cuanto los dicte su voluntad e intención en lo relacionado con los Derechos Humanos, mientras lo puedan hacer.