El control de cambios, el control de precios y el proceso de expropiaciones, constituyen el “triángulo de las Bermudas” que obstaculizan el crecimiento dinámico de los distintos sectores de la economía venezolana, asegura el economista y presidente de Datanális, Luis Vicente León.
Advierte que el control de cambios, evidentemente ha distorsionado la economía de una manera brutal, indicando que tanto el presidente Maduro como el ministro Nelson Merentes, han señalado que se debe resolver y han admitido que es insostenible lo que el país tiene, y es fundamentalmente una entrega de divisas que son absolutamente regaladas a 6,30 Bs/$.
Explica que por otro lado existe el mercado, porque como el Estado no puede regalar a todo el mundo que quiere dólares, porque no hay ingreso que aguante regalar dólares, entonces ocurre lo peor que puede ocurrir a una economía, es que el Gobierno comienza a decidir a quién le vas a dar “los churupitos que tienes”.
-En cuanto se introduce el tema de la discrecionalidad del Estado en la asignaciones de divisas que no le puede dar a todo el mundo, inmediatamente se introducen otros dos elementos: ineficiencia y corrupcion.
Un segundo punto tiene que ver con un control de precios, que filosóficamente a lo mejor no tiene mala intención, pero que solamente contribuyen a crear escasez, por cuanto nadie se pone a producir cuando los costos de producción están muy por encima de los precios regulados que ha venido aplicando el Ejecutivo.
El tercer aspecto, tiene que ver con las expropiaciones, cuando el Gobierno vuelve a hablar de este tema, cuando se daba por sentado que el Ejecutivo había entendido que las expropiaciones al sector privado, no van para ningún lado y lo que hacen es empeorar el problema económico.
-El gobierno expropió las empresas de cemento, y el cemento cayó en producción; con Sidor fue lo mismo y cayó la producción de cabillas. Lácteos Los Andes corrió con la misma suerte, y el hijo de Maduro dijo que no podía esconder que la producción de esta empresa está destruida. Owens Illinois y hay una contracción en la producción de los envases. Con Agroisleña no hay absolutamente nada más horrible, que la situación de esa empresa después de su expropiación. No se trata de un tema filosófico, histórico, sino que a lo que el Gobierno le mete la mano, se cae la producción, aseguró en Unión Radio.
