Trece personas resultaron heridas, entre ellas un niño, el jueves por la noche en un tiroteo entre bandas rivales en un parque de Chicago (norte de Estados Unidos), ciudad que lucha por bajar la violencia, anunció el viernes la policía.
Las primeras versiones apuntan a un vehículo que abrió fuego contra personas que jugaban básquetbol, según el diario Chicago Tribune.
Entre las personas heridas figura un niño de tres años que se hallaba en estado muy grave tras haber recibido un impacto de bala en la cara durante el tiroteo, que se desencadenó a las 22H15 (03H15 GMT del viernes) en un parque en una zona desfavorecida del sur de Chicago, dijo la policía.
«Creemos que el tiroteo fue provocado por bandas» rivales, indicó Ron Gaines, portavoz del departamento de policía de Chicago.
La policía no informó de la existencia de víctimas mortales ni de que se hubieran producido detenciones hasta la mañana del viernes.
«Creo que se trató de un AK», dijo un vecino citado por el diario, en referencia al conocido rifle de asalto.
«Fue una cantidad impresionante de disparos. (…) Un niño pequeño fue alcanzado en la cara», dijo el vecino, que no fue identificado.
Los bomberos usaron mangueras para limpiar la sangre de la cancha de básquetbol, luego de que la policía terminó de inspeccionar la escena del crimen, según fotos publicadas por el Tribune.
La mayor parte de los heridos -en su mayoría jóvenes- recibieron impactos de bala en las extremidades, aunque uno de ellos fue alcanzado en el abdomen y está en estado grave.
Chicago está luchando contra la violencia de las pandillas en una ciudad donde 506 personas murieron el año pasado víctimas de homicidios, en alza de 16% con respecto al año anterior.
El presidente Barack Obama pidió poner fin a la violencia «sin sentido» en la ciudad y está impulsando medidas para aumentar los controles sobre las armas de fuego, que sin embargo no han prosperado en el Congreso.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, exjefe de gabinete de Obama, prometió llevar a los responsables ante la justicia y pidió a posibles testigos abandonar el miedo y ofrecer información a la policía.
«Actos de violencia sin sentido no tienen cabida en Chicago y traicionan nuestros valores», dijo Emanuel en un comunicado.