La mayor siderúrgica de Venezuela y de la región andina, Sidor, amaneció el viernes completamente paralizada por una protesta sindical en reclamo de mejoras laborales, dijo una fuente de la empresa estatal a Reuters.
Sidor tiene una capacidad instalada de 5 millones de toneladas de acero líquido, pero su producción ha retrocedido en el último lustro por frecuentes protestas y desinversión que la llevaron el año pasado a producir 1,5 millones de toneladas, su menor nivel en más de 15 años.
«Tenemos problemas en todas las líneas», dijo la fuente que prefirió el anonimato por no estar autorizada a declarar.
La paralización se inició a principios de la semana, pero hasta ayer era parcial.
El principal sindicato de la acería, Sutiss, demanda un nuevo cálculo de sus utilidades, vacaciones y prestaciones sociales.
La fuente adelantó que la directiva de la empresa ya se había sentado a conversar con los sindicalistas para poner fin al paro que afecta al mayor exportador no petrolero del país.
Los conflictos laborales son comunes en Sidor y, aunados a la falta de inversión y adecuación tecnológica, han golpeado con fuerza la otrora boyante industria de metales del país caribeño.
Con los números en rojo, Venezuela tuvo que reducir sus exportaciones para satisfacer al mercado interno que consume grandes cantidades de hierro y acero destinadas al programa insignia del Gobierno del fallecido Hugo Chávez: decenas de miles de viviendas de interés social.
En el último esfuerzo para tratar de reflotar sus industrias de metales, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro dispuso comercializar sus productos por encima del precio del mercado, pero corre el riesgo de perder compradores y millonarios ingresos.