La idea no es que yo te diga si algo es mejor para tu vida o no, ¿sabes por qué?, sencillamente no funciona. Tú eres quien tiene la decisión en tus manos y la única opción es hacer un planteamiento serio ante esta pregunta.
La idea es poder llevarte a que puedas tomar una decisión basada en el conocimiento de los efectos posibles que eso puede acarrear para tu vida, y también por supuesto darte soluciones sencillas que puedes incorporar de una forma gradual.
Tu idea de eliminar tallas
Reducir la ingesta de alimentos lo único que te va a aportar es una restricción de muchas otras cosas en tu vida, consiguiendo un desequilibrio energético importante.
Entonces te viene el cansancio, la fatiga, la ansiedad, aumentan tus miedos, estás más irritable, hipersensible, tendrás ataques de ira, puede llevarte a la decepción, y todo tu potencial como ser humano pierde su sentido.
Querías perder grasa pero…
La mayoría de veces a la hora de perder peso sólo te preocupa el reducir el número de calorías que estás tomando a lo largo del día. Prestas sólo atención al número de kilos y eso muchas veces se traduce en que has perdido agua y masa muscular.
Resulta que el objetivo cuando te planteaste adelgazar era reducir grasa, y al contrario de lo que quieres conseguir al buscar como dejar de comer, la grasa sigue estando en tu cuerpo y la pérdida de peso es irreal.
Eso es lo que ocurre con muchas dietas milagro donde sólo se pretende que tú veas menos kilos en la báscula. En realidad, eso es muy peligroso para tu bienestar personal.
El efecto rebote o famoso efecto yo/yo
Quiero explicártelo como un juego y de una forma sencilla. Cuando a tu cuerpo lo sometes a menos alimentos como hablamos, este se prepara para un tiempo de carencia.
Cuando vuelves de nuevo a la normalidad, el cuerpo tiene tendencia a acumular por lo que pueda pasar otra vez, adelantándose a una decisión futura en la que puedas volver a decidir comer menos alimentos.
También existe una memoria celular que hace que tu cuerpo quiera volver al peso que tuvo anteriormente y te aseguro que lo consigue. Como te has obligado a comer menos, también tienes menos recursos emocionales y lo único que consigues es tener una lucha personal contigo, que al final siempre acabas perdiendo.