Una de las bases más importantes para un buen sistema de aprendizaje y una buena calidad de vida en los niños con edades comprendidas entre los 5 y 12 años, es poder tener una alimentación balanceada, la cual sea acompañada de actividades deportivas.
Los niños con edades comprendidas entre los 5 y 12 años que presenten actitudes sedentarias, deben consumir entre 1.500 y 1.600 calorías, los activos entre 1.800 y 2.000 calorías y los altamente activos más o menos 2.000 calorías.
El nutricionista clínico, Christian González destaca que una alimentación balanceada llena de elementos nutricionales como las proteínas, vitaminas, carbohidratos y calorías, ayudan a desarrollar el físico, su crecimiento e inteligencia.
“Al educar a los padres en lo que es una alimentación balanceada, al éstos aceptar esa enseñanza y ponerla en práctica, se está mejorando considerablemente la calidad de vida de los niños, los cuales a futuro tendrán más oportunidades de mantenerse saludables”.
González expresa que el deber de los padres es velar por la enseñanza alimentaria de sus hijos, es decir, ellos deben estar pendiente de los alimentos consumidos por los niños a sus cuidados, los cuales deben estar compuestos por los tres grupos básicos alimentarios. También es importante recalcarles a los más chicos de la casa sobre la importancia de hacer deportes e incentivarlos a su práctica.
“Estimular a los muchachos a realizar alguna actividad física es muy importante, ya que con ella no sólo aumentarán sus necesidades nutricionales, sino su capacidad para no padecer alrededor de 30 enfermedades metabólicas como la obesidad o la diábetes, las cuales han ido proliferando notoriamente en la comunidad infantil”.
Muchas veces algunos padres olvidan lo necesario de una alimentación balanceada, sobre todo al encontrarse en sus labores diarias. Cada padre asume esta situación, sin embargo, muchos optan por proporcionarle dinero a sus hijos para consumir los alimentos dentro de las instituciones educacionales en las cuales hacen vida, sin darse cuenta que éstas comidas en su consumo constante ayudan a desmejorar la calidad de vida de sus hijos, acumulan grasas en su organismo y producen un desorden nutricional.
“Una lonchera balanceada no está compuesta de carbohidratos, sino de la cantidad justa de proteínas, vitaminas y minerales, los cuales son aportados por los lácteos, las frutas y los vegetales. Esos deberían ser los alimentos que se deben encontrar dentro de las loncheras, que servirán como snacks durante la jornada de estudio. Es importante que los padres sepan que un snack no es lo mismo a un desayuno”.
Un snack o aperitivo, dentro de una alimentación balanceada, aporta las energías consumidas necesarias para culminar el día, en cambio el desayuno es el alimento que permite comenzar el día con los nutrientes necesarios, esto debe conocerlos los padres, para que no cometan el error de empacar desayunos cargados de carbohidratos a sus hijos, cuando en realidad necesitan es algo más balanceado.
Cabe destacar que una alimentación balanceada solo se puede encontrar si los alimentos consumidos son variados, ya que todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo de los niños se consiguen en alimentos diversos.