Este martes 17 de septiembre la presidenta de Brasil, Dilma Roussef demoró la visita de Estado que estaba prevista para el próximo 23 de octubre a Washington, por denuncia de espionaje de Estados Unidos a Brasil.
«Los dos presidentes decidieron aplazar la visita de Estado, pues los resultados de esta visita no deben estar condicionados a un tema cuya solución satisfactoria para Brasil todavía no fue alcanzada» según información de la Casa Blanca y la presidencia de Brasil.
Obama «comprende y lamenta las preocupaciones que han causado en Brasil las revelaciones de presuntas actividades de inteligencia de Estados Unidos», dijo por su lado la Casa Blanca en su comunicado
Además Brasil exige una investigación, explicaciones y el compromiso estadounidense de que cesará el espionaje.
«El gobierno brasileño confía en que, una vez resuelta la cuestión de manera adecuada, la visita de Estado ocurra en el más breve plazo posible», concluyó.
El presidente estadounidense «está comprometido a trabajar con la presidenta Rousseff y su gobierno a través de canales diplomáticos para superar este asunto como fuente de tensión en la relación bilateral», sin embargo advirtió que la inteligencia estadounidense tardara algunos meses en realizar la revisión amplia.
Obama y Rousseff esperan que la visita de Estado tenga lugar próximamente y creen que «no debe ser opacada por un asunto bilateral, por más importante o desafiante que sea el asunto», dijo a periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.