Dos hombres fueron sometidos, amarrados a un árbol y asesinados con tiros en la cabeza la tarde de ayer en Veragacha, al este de Barquisimeto.
Los cuerpos fueron hallados por vecinos de la zona que al pasar en horas de la noche los vieron ensangrentados.
Despavoridos llamaron a los cuerpos de seguridad para que fueran al lugar. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas llegaron al sitio e iniciaron las investigaciones del crimen y llevaron los cuerpos a la morgue del Antonio María Pineda. Luego de las primeras averiguaciones no tienen una hipótesis definida, pero no descartan que haya sido para robarles.
Danielvis Navarro, comentó ayer en la morgue del Antonio María Pineda que uno de los jóvenes asesinado era Luis Eduardo Barrera, su primo, quien residía en La Piedad de Cabudare y se ganaba la vida como mototaxista. “Él salió como siempre a trabajar desde las 6:00 de la mañana, luego fue a la casa a comer y salió nuevamente al trabajo. Nos dijeron sus compañeros de la Cooperativa de Mototaxis Palavecino que a las 4:00 agarró un carrera para Veregacha, pero luego no supieron más nada de él”.
La joven dijo que a las 7:00 de la noche al ver que no llegaba salieron a buscarlo pero no lo consiguieron. A las 11:00 de la noche nuevamente salieron alarmados. Esta vez fueron al Centro de Coordinación Policial Cabudare, para reportarlo como desparecido, pero en ese momento los funcionarios de esa jefatura recibieron una llamada y les avisaron que habían hallado tiroteados a dos jóvenes. Los familiares desesperados se fueron al sitio, deseando que no fuera Luis Eduardo.
Cuando llegaron, les dijeron que los cuerpos los había recogido el Cicpc. Se fueron a la morgue y preguntaron si se trataba de Luis Eduardo, pero les dijeron que no estaban identificados. A las 8:00 de la mañana, luego de varias horas de espera entraron para verificar los cuerpos y rompieron en llanto al ver que sí era él.
Danielvis, la prima, comentó que le robaron la moto morada con negro con la que trabajaba, también le quitaron la cartera, un koala y la documentación.
Despedida
Ayer en la mañana decenas de motorizados llegaron a las afueras de la morgue para darle un último adiós a Luis Eduardo. Tenía tres meses trabajando en la cooperativa. Lamentaron la muerte y dijeron que se trataba de un hombre muy tranquilo, que siempre estaba pendiente de su esposa y su hija de seis días nacida. “Ese era un muchacho muy tranquilo, a las 6:00 de la tarde ya se estaba yendo a su casa para reunirse con su esposa, pero últimamente se iba a las 4:00 de la tarde porque le acababa de nacer su primer hijo y estaba enamorado, por eso nos extrañó cuando los familiares nos llamaron a eso de las 7:00 de la noche para preguntarnos dónde estaba”.
El otro joven no fue identificado. El cuerpo es de una estatura aproximada de 1.74m., piel blanca, cabello negro y de unos 24 años.
