El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski, se reunirá el domingo con los venezolanos en Miami, lugar de residencia de la comunidad más grande fuera de su país, donde algunos lo esperan con reproches respecto a su estrategia como adversario único al chavismo.
«Nuestro presidente electo Henrique Capriles Radonski viene a agradecer el enorme apoyo que le hemos dado como comunidad», anticipó la secretaria de la opositora Mesa de la Unidad (MUD) en Miami, Gisela Parra, refiriéndose al gobernador de Miranda como si hubiera sido el vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril, que ganó el chavista Nicolás Maduro.
La directiva de la MUD en esta ciudad del sur de Florida recordó que «este es el centro de electores mayor en el mundo», una zona de Estados Unidos donde viven más de 250.000 venezolanos, entre los cuales unos 23.000 están inscritos como votantes.
En las recientes elecciones presidenciales de Venezuela, los venezolanos radicados en el sureste de Estados Unidos han votado al menos en un 95% por Capriles: primero el 7 de octubre pasado contra el fallecido presidente Hugo Chávez, y luego el 14 de abril, cuando perdió por escaso margen ante Maduro.
Los seguidores de Capriles asistirán el domingo al encuentro con su líder, que agotó en menos de cinco días los cupos para que 5.000 personas escuchen su exposición «Lucha por la democracia», que la efectuará en el centro James L. Knight, promovida por el Miami Dade College.
Esta «es una tarea pendiente desde hace bastante tiempo», dijo el gobernador del estado Miranda durante su programa en internet «Venezuela Somos Todos».
Ante las críticas que recibió el anuncio de su visita a Miami por parte de funcionarios del gobierno en Caracas, Capriles respondió: «Les digo al gobierno que tanta perorata habla, que si quieren les traemos algún recuerdo, ellos que tanto hablan del imperio pero que les encanta ir a Disney World», ironizó.
Aunque la gran mayoría de los venezolanos en Miami respaldan a la coalición opositora MUD y a Capriles como su líder, la Organización de Venezolanos en el Exilio (ORVEX) han convocado a manifestarse frente al teatro para «alertar acerca del grave error de la estrategia de Henrique Capriles Radonski para salir de la dictadura castrista en Venezuela».
«Queremos denunciar que Venezuela está ocupada por Cuba, que la salida electoral está bloqueada, que Maduro no es (el dictador Augusto) Pinochet, por lo tanto no se puede plantear una estrategia como quiere la MUD inspirados en el Chile de 1989», explicó a la AFP Elio C. Aponte, portavoz de ORVEX en Miami, agrupación que cuenta con 1.200 afiliados.
Aponte, un asilado político, afirmó que no apoyan ninguna salida política violenta, pero creen que la alternativa «es que la sociedad actúe en conjunto contra el gobierno y organice actividades de desobediencia civil, paros generales que presionen la salida del régimen».
Otro de los adversarios al chavismo, a Capriles y a la MUD es Robert Alonso, ciudadano estadounidense de origen cubano criado en Venezuela, al igual que su hermana, la actriz María Conchita Alonso, quien considera que «la MUD es un organismo del régimen chavista, una herramienta impuesta por el castro-comunismo».
Alonso está radicado en Estados Unidos desde 2004 cuando el gobierno de Chávez denunció haber encontrado en su hacienda fuera de Caracas un grupo de paramilitares entrenando y con supuestos planes para derrocarlo, versión que el implicado cataloga de un «montaje».
El activista quiere repartir el domingo unos volantes exigiendo explicaciones a Capriles sobre una supuesta «acta de la traición», un presunto documento donde el líder opositor venezolano habría sellado un pacto con las autoridades chavistas encargadas del proceso de votación que habría impedido cualquier posibilidad de que obtuviera una victoria electoral, según Alonso.
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