La presidenta argentina Cristina Fernández defendió el sábado la gestión de su gobierno, en su primera aparición en televisión en cuatro años, y aseguró que su mayor arma política no es la argumentación sino la realidad.
En una entrevista con la estatal Televisión Pública Fernández repasó los logros de los diez años de administración del «kirchnerismo» y aseguró que «en un mundo muy complejo y difícil, la Argentina sigue creciendo».
«Hemos logrado seguir mejorando el poder adquisitivo de los trabajadores cualquiera sea el índice con el que quieras medirlo», añadió.
En la entrevista, que fue emitida en simultáneo por la radio Nacional, Fernández aseguró que el poder político en Argentina no supera el 40% y que la percepción de la ciudadanía de que éste es mayor se debe a una «construcción mediática».
Sentada en un salón de la Casa Rosada, visiblemente distendida y vestida en su tradicional tono negro, la mandataria dijo sentirse un «instrumento de la historia» y aseguró que no le «preocupa» ni la «desvelan» los cuestionamientos a su liderazgo.
Además, dijo que vio siempre a la figura de Juan Domingo Perón con un «reconocimiento absoluto de liderazgo» y recordó la masacre de Ezeiza de 1973 como «una frustración para todos los argentinos, una gran oportunidad perdida».