El Cine Club Charles Chaplin, en alianza con Cines Unidos y Música Oculta, promovió, el miércoles, un encuentro de cinéfilo a realizador, en Biotel Suites, con la función especial de La casa del fin de los tiempos.
Alejandro Hidalgo, director de la película y Ruddy Rodríguez, protagonista, compartieron con los guaros pormenores de la primera cinta venezolana de suspenso.
Con 12 semanas en cartelera, La casa del fin de los tiempos superó los 450 mil espectadores en las 26 salas del país que se proyecta.
Hasta la fecha, se trata de la tercera cinta de suspenso más vista en Venezuela. Pero su director aspira más. De pasar los 590 mil espectadores harían historia. Y de superar los 700 mil, promete la segunda parte del thriller.
Confesiones del director
Alejandro Hidalgo reescribió 15 veces el guión de su ópera prima. Lo envió al Centro Nacional Autónomo de Cinematografía y en el segundo intento le aprobaron los recursos.
La inversión para La casa del fin de los tiempos comprende 4 millones 500 mil bolívares. No obstante, el cineasta señaló que fue una película de presupuesto ajustado, donde no se daba tregua a las horas extra.
Al preguntarle qué lo motivó a escribir el guión, respondió que es una dedicatoria a su mamá y a su abuela.
«Esta es la historia de una madre que lucha contra una maldición y se desgasta en dos épocas distintas. Una madre es Dios a los ojos de sus hijos”, resaltó.
Hidalgo quiso rescatar el amor maternal y llevarlo a un género que es capaz de causar conmoción. “Las emociones fuertes nos hacen sentir vivos”, agregó.
La masonería, el espiritismo y el catolicismo se mezclan en la cinta que busca reflejar el sincretismo del país.
Aunque hace énfasis en tres corrientes, Hidalgo señaló que no se casó con ninguna creencia. Simplemente quiso develar un misterio, más no la fuente.
“Yo no quise plantear una verdad absoluta. Al final todos se llevan una conclusión distinta”.
Confesiones de la protagonista
Ruddy Rodríguez recordó que conoció a Hidalgo durante una firma de autógrafos en Caracas.
El cineasta se acercó a la actriz con el contrato y ella, sin revisarlo previamente, firmó. “Pensé que estaba loca, o que él lo estaba”, contó entre risas.
Entre grabación y grabación, la primera actriz admiraba al joven director que se “quiso ir por lo díficil” al escogerla, por el prejuicio de que ella tendría el estereotipo de telenovelas.
“Todos los días me quito el sombrero frente a él (Hidalgo)”.
Para la artista que encarnó a Dulce en la película, su vida un antes y un después de La casa del fin de los tiempos.
Rodríguez asumió un reto al hacer de la Dulce adulta y la Dulce anciana. Diariamente tardaban más de ocho horas en maquillarla y luego de la extenuante transformación, entraba al set por tres horas.
Describió a su personaje como una heroína que debía vencer sus propios temores para seguir adelante.
Hidalgo y Rodríguez adelantaron que La casa del fin de los tiempos será llevada a Colombia y España próximamente.