“Queremos trabajar en paz y tranquilidad”, ese es el clamor de enfermeras, médicos, personal obrero y administrativo del Ambulatorio de Cabudare, quienes el pasado sábado vivieron momentos de tensión cuando un sujeto llegó baleado a la emergencia de este centro asistencial y los antisociales que lo hirieron amenazaban con irlo a “rematar” en la camilla de atención.
Ayer la calma volvió al ambulatorio, sin embargo el miedo continúa latente. No es la primera vez que una situación similar ocurre dentro de esta institución y tanto los pacientes como los trabajadores esperan mayor seguridad en las instalaciones de salud.
Marlon Ysmayer, médico de emergencia del Ambulatorio, destacó que los profesionales de la medicina tratan de cumplir con su labor y jornada laboral, pero en varias oportunidades se han visto en medio de riñas entre bandas, delincuentes que amenazan con quitarles la vida si no salvan a su familiar o la incertidumbre de recibir a delincuentes que sean perseguidos.
“Nosotros recibimos y atendemos a todos los pacientes por igual, pero se han visto casos que ponen en peligro a todos en la emergencia. Esta no es la primera vez que pasa, siempre es la misma situación: enfrentamiento entre bandas, llegan a amenazar al personal. Necesitamos mayor seguridad y resguardo para todos”.
El ambulatorio cuenta con dos policías, pero hay períodos en los cuales se van a realizar sus descansos y la institución queda desamparada, además no son suficientes para responder en caso de una emergencia de seguridad.
Liseth Virgüez, enfermera de este centro de salud, indicó que es urgente una vigilancia.
“Tanto de día como de noche pasan situaciones de inseguridad y se llama a los funcionarios policiales y tardan hasta media hora en llegar, en ese tiempo pueden pasar muchas cosas. Aquí han amenazado al personal con pistola en mano y se han visto agresiones”.
Esta es una situación que refleja los niveles de inseguridad que se vive en el estado Lara, mientras los profesionales de la medicina se esfuerzan por continuar sus labores en medio de los peligros que corren dentro de los centros asistenciales.
Desde el Ambulatorio de Cabudare se pide mayor seguridad, para que así el personal sienta la confianza de acudir a sus puestos de trabajo sin tener que pasar por las vicisitudes de un centro de salud invadido por la violencia.
