La creación del Estado Mayor en la salud como instrumento para la atención directa de los centros asistenciales, afronta diversos retos que no fueron atendidos de forma preventiva por el Gobierno Nacional.
Deterioro estructural, falta de insumos, inadecuada atención al paciente y equipos en decadencia, son los lunares más comunes observados en la mayoría de ambulatorios, sanatorios y hospitales de la Nación.
Es preciso que el sistema de salud venezolano se fundamente en tres aspectos esenciales: gratuidad, calidad y calidez, a fin de garantizar cualquier servicio que requiera el ciudadano.
Asimismo, es importante destacar la consideración de los distintos gremios de medicina, los cuales aseguran que la salud se encuentra en estado de emergencia en todos sus sectores.
El equipo de EL IMPULSO, se dirigió a las instalaciones del Hospital de La Carucieña, recinto donde se impulsó esta planificación anunciada por el presidente Nicolás Maduro el pasado día lunes. En la visita se pudo conocer la opinión de su director, Julio Cesar Piña.
El galeno mostró beneplácito por la ejecución de estos proyectos impulsados por el Ministerio de Salud, donde se podrá descongestionar la capacidad operativa del Hospital Central Antonio María Pineda.
Sin embargo, realizó la acotación de impulsar estos centros asistenciales periféricos a fin de brindar salud de manera inmediata a los ciudadanos de comunidades circundantes.
“Está creciendo la población pero no están creciendo los centros hospitalarios, de seguir esta situación vamos a colapsar. Esto debe ser un crecimiento paralelo entre oferta y demanda. Existe una gran deuda hospitalaria en el estado Lara, por ello es necesario la construcción de edificaciones con gran cantidad de camas”.
Precisó que según parámetros emanados desde la Organización Mundial de la Salud, cada ciudad debe contar con un mínimo de cuatro camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes, a objeto de responder a las condiciones adecuadas de atención. “Sin embargo, el estado Lara, actualmente maneja una cifra que está entre 1,5 y 1,8 camas por cada 1.000 ciudadanos”.
Usuarios consultados esperan con prontitud la ejecución de programas que permitan disfrutar de una salud digna.