El presidente sirio Bashar Assad aceptó públicamente el jueves una propuesta de Rusia para asegurar y destruir sus armas químicas, pero puso como condición que el plan sólo dará resultado si Estados Unidos depone su amenaza de lanzar una acción militar.
Siria dijo asimismo que comenzará a brindar información sobre sus armas químicas un mes después de firmar un acuerdo para prohibir ese tipo de armas, al tiempo que las Naciones Unidas informaban el jueves que había recibido una carta de Siria en que expresaba su intención firmar. El tratado señala que una nación se convierte en signatario 30 días de presentar su carta.
Pero funcionarios del gobierno estadounidense que se reunieron con sus homólogos en Ginebra, insistieron en que Siria debería presentar con mayor celeridad sus armas.
Assad hizo sus declaraciones en una entrevista con el canal estatal ruso Rossiya 24, por primera vez desde que Rusia anunció su propuesta el lunes como una manera de evitar un posible ataque militar de Estados Unidos en respuesta al ataque con armas químicas del 21 de agosto que mató a cientos de personas cerca de Damasco.
Assad afirmó que su gobierno acordó entregar sus armas químicas en respuesta a la iniciativa de Moscú.
«Aceptamos colocar las armas químicas de Siria bajo supervisión internacional en respuesta al pedido de Rusia y no a causa de la amenaza de un ataque de Estados Unidos», destacó Assad.
«A mi parecer, el acuerdo entrará en vigencia un mes después de su firma y Siria comenzará a entregar a las organizaciones internacionales una relación sobre sus armas químicas», indicó Assad. Indicó que éste es el «proceso estándar» y su país lo seguirá.
«No hay nada estándar en este proceso», respondió el secretario de Estado norteamericano, John Kerry desde Ginebra, porque Assad ha usado sus armas químicas. «Las palabras del régimen sirio en nuestra opinión simplemente no son suficientes», agregó.
Siria se había negado a suscribir la Convención de Armas Químicas, que obliga que todas las partes del tratado declaren y destruyan cualquier arma química que puedan tener.
Assad dijo que el acuerdo ruso es un proceso «bilateral». «Contamos antes que nada, que Estados Unidos deponga su política de amenazas a Siria», indicó.
El viceprimer ministro sirio Qadri Jamil sugirió el jueves que la propuesta de Rusia sólo tendrá éxito si Estados Unidos y sus aliados se comprometen a no atacar a Siria en el futuro.
Empero Kerry advirtió que un ataque militar estadounidense podría ocurrir si Assad no accede a desmantelar sus armas químicas debidamente. «Debería haber consecuencias si esto no ocurre», señaló.
Entretanto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso Serguei Lavrov, dijo que el desmantelamiento «volverá innecesario cualquier ataque contra la República Arabe Siria».
Por su parte, el máximo comandante del Ejército Libre de Siria, las fuerzas rebeldes del país, pidió que los funcionarios del régimen sean juzgados por el presunto ataque químico cerca de Damasco en el que murieron cientos el mes pasado, y fustigó la propuesta rusa para asegurar el arsenal químico del país.
El comunicado del general Salim Idris fue transmitido el jueves en canales árabes de televisión satelital, horas antes de las negociaciones que sostendrán en Ginebra el secretario de Estado norteamericano John Kerry y el ministro ruso de relaciones exteriores Serguéi Lavrov sobre la propuesta rusa.
«Hacemos un llamado a la comunidad internacional, no sólo para retirar las armas químicas, que fueron el instrumento del crimen, sino para que los que cometieron el crimen respondan ante a la Corte Penal Internacional», dijo Idris.
Añadió que el Ejército Libre de Siria «rechaza categóricamente la iniciativa rusa» por no satisfacer las expectativas de los combatientes rebeldes.
Washington acusa al gobierno de Assad de estar detrás del ataque del 21 de agosto en el suburbio de Ghouta, que según Estados Unidos mató a 1.429 personas. Otros cálculos de las muertes son más bajos.
Assad ha negado ser responsable y acusa a los funcionarios estadounidenses de propagar mentiras sin aportar pruebas.
La propuesta rusa, al menos por el momento, evitó la amenaza de una acción militar estadounidense contra Siria. Muchos rebeldes tenían la esperanza de que los ataques encabezados por Estados Unidos contra las fuerzas de Assad ayudarían a inclinar la balanza a su favor en la guerra civil siria, en la que ya han muerto más 100.000 personas.
En la entrevista con Rossiya 24, Assad dijo que «Siria está transfiriendo armas químicas sujetas a fiscalización internacional debido a Rusia» y agregó que «las amenazas de Estados Unidos no habían influido» en la decisión de su gobierno.
Kerry y un equipo de expertos estadounidenses se reunirán por al menos dos días con sus homólogos rusos en Ginebra. Esperan salir con un borrador sobre cómo poder inventariar y aislar bajo control internacional en una zona activa de guerra, y después destruir, unas 1.000 toneladas de arsenales de armas químicas y materiales precursores, así como sistemas de lanzamiento.
Entretanto, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que los rebeldes que luchan contra las fuerzas de Assad capturaron el jueves el pueblo de Imm al-Lokas en la región sureña de Quneitra, cerca de la región siria de los Altos del Golán, ocupados por Israel.
El grupo activista añadió que los rebeldes también capturaron varios puestos del ejército en la zona en medio de intensos combates que causaron bajas en ambos bandos.
Por otra parte, los medios de comunicación estatales sirios dijeron que las tropas del gobierno avanzaron en el pueblo predominantemente cristiano de Malula, cerca de Damasco, donde capturaron la plaza principal, así como el convento de Mar Takla donde varias monjas se alojaban.