El martes 3 de septiembre se le realizó la audiencia de presentación ante el Tribunal de Control N° 9 por parte del Ministerio Público a Nelson Bracca Martínez, exdirector de la antigua cárcel de Uribana.
Al mismo se le están imputando cuatro delitos: atropello contra las personas detenidas, quebrantamiento de tratados internacionales (ambos estipulados en el Código Penal), de igual manera, uso indebido de arma de fuego y lesiones contra una empleada del Ministerio de Servicio Penitenciario. Este último, supuestamente porque disparó al aire con una escopeta de perdigones y resultó herida la mujer, quien se desempeña como trabajadora social.
Durante la audiencia de presentación, la Fiscalía del Ministerio Público pidió la comparecencia mensual de Bracca Martínez, sin embargo, la juez Leila – Li de Jesús Zicarelli, quien lleva el caso, acordó una medida sustitutiva de libertad y deberá presentarse cuando el juzgado o la fiscalía lo solicite.
Por el caso también tendrían orden de captura tres “pranes” o líderes negativos de Uribana, entre ellos “El Cheíto” y “El Edwing”, ambos, presuntamente, detenidos en el recinto penitenciario del estado Trujillo, por lo cual no quisieron salir para asistir al encuentro en el juzgado de la entidad larense.
La orden de captura contra Nelson Bracca Martínez se libró el 14 de agosto de este año pero fue el día 3 de septiembre cuando se realizó la audiencia, desde entonces la Fiscalía del Ministerio Público y la parte defensora cuentan con entre 30 a 45 días para hacer la investigación y posteriormente la audiencia preliminar para entregar el acto conclusivo y determinar si se va a juicio.
En la actualidad, el exjefe del Centro Penitenciario de Occidente, Uribana, se encuentra como subdirector de la Cárcel de Sabaneta, ubicada en el estado Zulia, recinto donde hace pocas semanas hubo una rebelión por parte de los internos y los llamados líderes negativos.
Como recordarán, después de la masacre del recinto penal, el mismo fue desalojado y el 6 de abril regresaron 300 privados de libertad y desde entonces, la ministra Varela anunció que el lugar se llamaba Centro Penitenciario David Viloria, en honor a un funcionario de la Guardia Nacional, asesinado durante los hechos.
El 25 de enero de este año, se hizo un intento de requisa en el centro penal donde al menos 61 personas murieron al igual que un pastor evangélico y un guardia nacional, posteriormente se desalojó el lugar y dos meses después regresaron 200 internos bajo el nuevo modelo carcelario.