El narrador puertorriqueño Álvaro Martín, admirado por la comunidad hispana de aficionados al deporte debido a su impecable trabajo en el baloncesto, béisbol y fútbol americano, entre otras disciplinas, para la cadena de televisión ESPN, tanto en español como en inglés, es una de las personalidades presentes en el Premundial FIBA Américas Caracas 2013.
Su voz es inconfundible. La fluidez de su verbo en la descripción del hecho deportivo, lo ha convertido en un pionero –fue el primer narrador de ESPN en trabajar en dos idiomas- y su don de gente es su sello de distinción. Ya sea junto a su compatriota Carlos Morales o con el Hall de la Fama Gail Goodrich, el cometido de hacer digerible y entretenido el seguimiento de un encuentro.
Contento por volver
Martín tenía 40 años sin visitar Venezuela. Su última experiencia había sido un viaje familiar a principios de los setenta. “Me encantaría poder comentarte qué me ha parecido, pero esto ha sido del hotel a la cancha y de la cancha al hotel. Era un chamo cuando vine por primera vez, tenía quizás 10 años y vine con la familia. Saquen la cuenta. En esa época ni habían construido El Poliedro, que fue inaugurado en 1974”.
Alaba la organización del torneo y el estado del Poliedro. “Se ha invertido mucho en El Poliedro y es una cancha que es atractiva para un torneo como este. No creo que esté a nivel NBA porque no hay dos baños por cada persona o asientos de lujo, pero es un lugar acogedor, llegas a tu asiento rápido, puedes ver a la cancha muy bien, está bien alumbrado y la seguridad es excelente. Lo puedes comparar con el torneo previo de FIBA que fue en Mar del Plata y está a ese nivel. No se puede pedir mucho más”.
De Greivis a Donta
El boricua no escatimó en elogios hacia Greivis Vásquez. “Es un gran tipo que cualquier país quisiera tenerlo de referente. Lo entrevistamos en inglés y nos comentó que cabe la posibilidad de que no pueda jugar pretemporada para Sacramento. Creo que la gente lo ve entrenar y alzar pesas y piensa que si hace eso debería estar en la cancha. No es así y tienes que estar en condición de baloncesto”.
Por ello ve justificado que se haya ausentado de este torneo. “Tienes que estar corriendo la cancha, frenando y dándote golpes para desarrollar el ritmo, la reacción y la resistencia física a nivel de ese deporte para jugar 10 o 15 minutos, no se adquiere de la noche a la mañana y no puedes forzarlo. No es sólo cuestión de cómo está el pie. El pie es el principio. Si el pie está bien hay que empezar a meterse en ritmo y eso toma tiempo. Si jugaba no habría sido el Greivis Vásquez que ustedes habían visto en Sudamérica”.
Al ser consultado por la nacionalización de Donta Smith, aplaude la iniciativa. “La primera práctica de Venezuela demuestra que es una decisión acertada para ambos: jugador y selección. El chico jugó acá, jugó para este técnico y jugó con estos muchachos o contra ellos y los conoce. Donde ha estado Donta Smith ha ganado campeonatos. Coincidencia quizás. En Israel ganó, ganó en Puerto Rico y ganó en Venezuela. Creo que no vino de Marte en un platillo volador. Ya se conocía y es parte del entorno”.
Le sorprende que no haya más países que hagan lo mismo sin que eso implique falta de identidad. “Depende de cada caso y de la federación eso de la identidad. No entiendo por qué si a un país le hace falta equis y puede nacionalizar a una persona y esa persona está familiarizada con el país y su básquet, ¿Por qué no traerlo, si no va a jugar en su vida en la selección de su país?. Yo sacaría una lista de los pivotes americanos que no van a jugar con el Team USA y les mandaría arepas cada mes con un poquito de queso blanco para que se preparen”.
Cree que el Premundial de Caracas no perdió brillo por las ausencias de jugadores claves. “Nunca le he dado valor a quien no está, siempre y cuando el equipo que tiene esas bajas aproveche la oportunidad para darle espacio a otros. El clásico ejemplo en este torneo es Argentina. Si ves su plantilla, está llena de jugadores menores de 24 años y hay un par que bordean los 30. Eso me atrae y es lo que uno quiere ver en este torneo porque aquí es donde se forjan reputaciones, identidades y carreras”.
En Caracas narra exclusivamente en inglés y por eso no trabaja con Carlos Morales sino con el Hall de la Fama Gail Goodrich. “Es un gran tipo y es nuestro segundo torneo juntos. Comenzó el torneo al mismo nivel que dejó el de Mar del Plata, con el cuchillo analítico bastante afilado. Es otro estilo, otra persona y otra manera de ver el juego. No tiene el prejuicio NBA. Aprecia al jugador internacional por lo que es”.
