Mujer murió abaleada en entrada de Las Sábilas

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Familiares desconsolados de Hectari Lorenny Amaro Camacaro (23), fueron ayer a retirar su cuerpo de la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda. Según Mary Camacaro, madre de la occisa, la joven decidió salir de casa de su familia en el sector Las Acacias, vía Duaca, para comprar unos perros calientes pasadas las 7:00 de la noche del pasado jueves.

“Esa fue la última vez que la vi”, expresó la señora en medio del llanto, dando a conocer que había intentado llamar a su hija por celular sólo 10 minutos después de que partiera junto a un amigo de la infancia, a quien convenció para que la llevara en su moto, una Bera azul. “La llamé porque temía que les hicieran algo para quitarles la moto”, dijo la madre, quien al no recibir respuesta de su hija, trató de contactar a su amigo, pero este tampoco contestó.

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“Me quedé en casa pidiéndole al Señor”, dijo la señora Camacaro, añadiendo que unos jóvenes la llamaron poco después para decirle que su hija se había ido con su amigo a una venta de arepas en la urbanización Las Sábilas. Me enteré entonces que los hermanos del amigo de mi hija, se lo habían llevado a un ambulatorio, porque estaba herido, pero cuando fuimos allí, ella no estaba”, comentó.

Los allegados de la joven mujer, quien dejó una hija de 4 años y se había separado de su pareja hacía 8 meses, señalaron que el teléfono móvil que portaba la víctima, el cual estaba a nombre de su progenitora, podría aportar información útil para determinar lo ocurrido, pues en ese dispositivo estaría el mensaje que presuntamente recibió Hectari poco antes de perder la vida por múltiples impactos de bala justo cuando estaba en la entrada de Las Sábilas, hecho en el que resultó herido su amigo de toda la vida, Carlos Eduardo López, quien ayer aún estaba internado en el Hcamp aguardando a ser operado.

Cabe destacar que en el libro de entradas en la emergencia del Hcamp quedó registrado que la esposa de López declaró que unos desconocidos, abordo de un Fiat Uno blanco le habían disparado varias veces a López para quitarle la moto, hiriéndolo en el brazo derecho, el tórax y una pierna. Los parientes de la occisa coincidieron en que también podría tratarse de la moto, aunque tampoco descartaron la posibilidad de un crimen pasional, pues la mujer había conocido a alguien en el proyecto de construcción de la compañía iraní Kaysen, donde había trabajado hasta hacía dos semanas atrás, cuando la empresa la liquidó. “No le conocíamos enemigos allí, pero tenía un amigo de esa empresa, que al parecer la pretendía”, concluyeron los familiares.

 

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