Un grupo de contrabandistas bloqueó dos puentes que conectan el estado venezolano de Táchira con Colombia en rechazo al incremento de controles militares ordenado por el presidente Nicolás Maduro contra el tráfico de alimentos y combustible, informó este viernes la prensa local.
Lanzando piedras e incendiando llantas y un vehículo, los manifestantes cerraron el jueves por unas seis horas los puentes de los municipios San Antonio y Ureña (Táchira) hacia la ciudad colombiana de Cúcuta, luego de que la militar Guardia Nacional Bolivariana (GNB) reforzara los controles en las últimas semanas, según los reportes.
El bloqueo de los puentes ocasionó caos vehicular y que los viajeros cruzaran la frontera por caminos irregulares o por el río.
Los manifestantes, conocidos como «maleteros», «alegaron a la prensa que cerraron el paso porque el gobierno de Venezuela se puso muy estricto en la vigilancia y control del contrabando», explicaron corresponsales locales de varios periódicos.
En motos o automóviles, los contrabandistas trasladan a diario mercancías de primera necesidad compradas en Venezuela -con estrictos controles en los precios de la cesta básica- para venderlos en Colombia a precios muy superiores, lo que a su vez causa el desabastecimiento de estos productos en las localidades venezolanas.
La prensa indicó que los traficantes de combustible venezolano -el más barato del mundo- se sumaron a la protesta, luego de que el gobernador de Táchira, José Vielma, ordenó revisar todo el día los tanques de todos los autos que pasen por esos puentes y desplegó más de 400 militares en la frontera.
Vielma indicó esta semana que «más de 1.020 toneladas de alimentos han sido retenidas durante los operativos y serán distribuidas en diferentes municipios de Táchira» a través de la venta en mercados populares.
Los gobiernos de Caracas y Bogotá han acordado en las últimas semanas reforzar los controles en la frontera común -de 2.200 km- para evitar el contrabando de este tipo de productos.
El miércoles, ambos países pactaron el incremento del precio del combustible venezolano en la frontera para golpear el contrabando, mientras Maduro activó a finales de agosto la fuerza de tarea conjunta cívico-militar para reforzar los controles en la frontera.
El tráfico de gasolina le supone a Venezuela una pérdida de 1.400 millones de dólares al año, mientras los productores colombianos denuncian pérdidas al no poder competir con los precios de alimentos y productos venezolanos.