Un ataque militar de Estados Unidos contra Siria debería tener el objetivo de interrumpir la campaña del gobierno de Bashar al Asad de «matar hasta la victoria», dijo este viernes la embajadora de EEUU ante la ONU, Samantha Power.
«Esta operación, combinada con los esfuerzos en marcha para mejorar la capacidad militar de la oposición moderada, debería reducir la fe del régimen (sirio) de que pueden matar hasta la victoria», dijo Power durante un discurso pronunciado en Washington.
Mientras el ataque sería una respuesta al presunto uso de armas químicas contra civiles, Power estimó que también podría ayudar a traer a Al Asad a la mesa de negociaciones para poner punto final a una guerra que se arrastra ya por 30 meses.
Power criticó la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU con relación a la guerra en Siria, y añadió: «En este caso el uso de una fuerza militar limitada puede fortalecer nuestra diplomacia y finalizar los esfuerzos de la ONU y otros para alcanzar una solución negociada para el conflicto».
La embajadora estadounidense ante la ONU no ofreció justificaciones legales para un ataque militar contra Siria, una de las principales objeciones que persisten en el Congreso, que debe votar si apoya o no esas acciones.
«Es claro que Siria constituye una de esas ocasiones, como Kosovo, donde el Consejo (de Seguridad de la ONU) está tan paralizado que otros países tienen que actuar por fuera de él si quieren evitar las burlas a la ley y la moral internacional», agregó.
El presidente Barack Obama busca la aprobación del Congreso estadounidense y apoyo internacional a su proyecto de ataque a Siria en respuesta al presunto uso de armas nucleares contra civiles cerca de Damasco, el 21 de agosto, por el que se responsabiliza al régimen de Bashar al Asad.
De acuerdo con el gobierno estadounidense, más de 1.400 personas murieron a causa del ataque con gas sarín. El gobierno sirio niega responsabilidad en el episodio.
