—Chef, usted tiene que comer de todo para poder preparar esas recetas en 140, ¿verdad?
—¡Siécará! ¿y eso que tiene que ver?
—Pues, nada, la verdad.
Desde niño he sido de buen comer. «Buen diente» le decimos popularmente. Sin embargo, recuerdo que había muchas cosas que yo no comía. Arroz, por ejemplo, no me gustaba. Tampoco los granos. Con el paso del tiempo he descubierto que nada de esto era tan cierto, que siempre comí arroz y granos, pero el arroz lo comía preparado por los chinos y los granos con pasta. Comía todo tipo de cosas verdes, todas las carnes y masas. Pero de todo comía poco.
Las sopas, ellas si eran otro caso. Fue una mala idea conocer prematuramente a Quino y a su pandilla de irreverentes, porque muchas veces utilicé sus argumentos –al menos los de Mafalda– para no comer la delicia alimentaria liquida. La única sopa que comía con todo el placer del mundo eran las sopas que tenían pasta en forma de letras, quizá de allí me llega mi empatía por las palabras.
Cuando comencé a escribir recetas en esta maravillosa red de información que llamamos twitter, lo hice con pastas. Luego unas salsas, una hamburguesa y ensaladas. Hasta que llegue a una sopa. Una rica sopa de peras. Esta sopa la aprendí de mi amiga Mercedes Oropeza, de mano de quien –confieso– comencé a comer sopas. En Lara, se come mucha sopa, y no sabía el maravilloso mundo que me estaba perdiendo sin ellas, ahora son de mis platos favoritos y– lo mejor– los que más me gusta preparar.
Escribir recetas en tan corto espacio me ha ayudado a que exista un protagonista del sabor, un ingrediente clave, un embajador de los aromas, un rey de la textura, entonces hablamos de una comida más sencilla y con toda la importancia que se le ha dado a la alta cocina. Recetas en 140 es un espacio para esto, para comprender a los productos, entender que en lo sencillo puedes encontrar lo más complejo y delicioso. Por eso puedo escribirlas con facilidad, porque tengo los sabores en la memoria gustativa y en la yema de mis dedos.
Ahora comprendo lo que me preguntó el pasante.
Sean bienvenidos.
Pocho Garcés
Video: Cómo escribir recetas en 140 caracteres