Cansados y desesperados. Así confesaron sentirse trabajadores de la Alcaldía de Iribarren por cuanto la municipalidad no les ha cancelado sus beneficios salariales desde hace varios meses.
La situación es dura tanto para el personal obrero y administrativo de las diferentes dependencias administradas por Amalia Sáez. “La ciudadana alcaldesa ha manifestado que no le debe ni medio a los trabajadores, queremos desmentir esas aseveraciones. Hay muchas deudas hacia los trabajadores. Desde que llegó Carlos Pereira a la administración en la Alcaldía, se acabó el beneficio de los planes vacacionales para nuestros hijos, violentando lo que dice nuestra convención colectiva”, expresó José Gregorio Pérez, dirigente del Sindicato de Trabajadores Municipales y del Aseo Urbano (Sutramau).
Además, Pérez señaló que se deben los intereses de Fideicomiso tanto a empleados de la Alcaldía como de Imaubar.
“A los trabajadores de la AMTT también se le deben cuatro meses de salario. Los tickets de alimentación llegan muy retardados. Tampoco hay oportunidad de jubilación en ninguna de las dependencias. Tenemos tres años sin firmar la convención colectiva”.
En este sentido, el dirigente gremial exhortó a Sáez a honrar los compromisos con los trabajadores lo antes posible, por cuanto la municipalidad recibió de la Asamblea Nacional un crédito adicional de 33 millones de bolívares. “Esperamos que el próximo alcalde que llegue cumpla con los compromisos, pues son muchas familias las que dependen de estos ingresos”.
Inspectoría indiferente
A diferencia de los procesos que se ejecutan en contra de la Gobernación de Lara o incluso de las empresas privadas, los recursos interpuestos por los trabajadores de la Alcaldía ante el Ministerio del Trabajo no prosperan.
Así expresó la dirigente sindical, Alba Torrealba. “Desde hace dos años tenemos proyectos de convención colectiva durmiendo en la Inspectoría del Trabajo, sin importar que es un derecho adquirido por los funcionarios públicos. El Ministerio del Trabajo no ha respondido, si la irregularidad se hubiese cometido en la Gobernación los hubiesen obligado a sentarse, pero esto no ocurre con la Alcaldía de Iribarren”.
Por el momento, los trabajadores municipales instalarán asambleas permanentes a los fines de planificar protestas para presionar a las autoridades a cumplir con sus deberes.