Cubiro, poblado ubicado en las estribaciones finales de la Cordillera Andina del estado Lara, situado hacia el sur del municipio Jiménez y al suroeste de Barquisimeto, es un bosque húmedo caracterizado por la economía turística que representa el 60% del trabajo para la población. Sin embargo, en los últimos tres años, esta ciudad se ha visto perjudicada por un problema geológico, que ha ocasionado el deslizamiento de terrenos, deterioro de cientos de viviendas e inestabilidad de la zona, poniendo en riesgo a familias que por años han construido sus hogares en este asentamiento.
Entre los días 10 y 11 de abril del presente año se realizó una campaña de prevención realizando el taller de multiplicadores, con la participación del personal técnico de Protección Civil del estado Lara, de la alcaldía de Quibor, Colegio de Ingenieros, y de las universidades Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA) y Universidad Yacambú, así como representantes de la población de Cubiro.
Con la información obtenida y con base en el informe técnico emitido por personal técnico de Funvisis los líderes de la población se encargaron de multiplicar la información en cada uno de los sectores que conforman la población, además les permitió elaborar el mapa de riesgo por cada sector determinando cuales eran las zonas críticas y comenzar a ubicar los posibles terrenos para la reubicación de las familias.
En vista de esta situación, el grupo social Cesap, se planteó la creación de las Redes Locales del Riesgo de Desastres, una iniciativa que unió a la las comunidades de Cubiro con el objetivo de promover y crear espacios locales de vinculación interinstitucional e intersectorial, para influir en la manera como se asume la gestión de riesgos para la reducción de desastres en esta población, a fin de propiciar una mayor gobernabilidad para disminuir las pérdidas de vidas y bienes materiales cuando se producen eventos adversos.
Morayma Pérez, miembro del equipo de trabajo de Cubiro y representante del sector San Rafael 1, destacó que la comunidad se ha organizado por sectores, a fin de trabajar y buscar soluciones ante este fenómeno.
Alrededor de 455 viviendas se encuentran bajo amenaza, incluyendo vialidad, servicios básicos y comercio.
“La población está asentada en un terreno inestable, con condiciones no aptas debido al peso que se ha ejercido sobre el suelo. Vivimos entre grietas y eso se debe a la falta de estudios de planificación para la construcción de las viviendas. El problema en Cubiro es muy particular en cada sector, está dividido en 17 zonas donde se ha levantado censo poblacional y estudio de suelos”.
Realidad de la zona
El geólogo Lermit Figueira, explicó que en Cubiro, la población se encuentra ubicada sobre un suelo que se ha formado de roca metamórfica, creada a grandes presiones de temperatura que al subir a la superficie pierde su consistencia. La filtración del agua es mayor, generando que el terreno colapse con facilidad.
“Al colocarle peso y al estar en una pendiente alta, estamos propiciando el deslizamiento del terreno. Lo que se evidencia en la inestabilidad de los terrenos de Cubiro. La concentración de población, acumulación de aguas subterráneas y mala calidad del suelo, deterioran la vialidad, agrietan las viviendas y ponen el peligro a las familias que allí habitan”.
La naturaleza no es la culpable de toda esta problemática. La falta de un estudio previo a las construcciones donde se determinaran la calidad y resistencia de los suelos fue uno de los errores por los cuales hoy en día los habitantes de Cubiro pagan las consecuencias.
“Son desplazamientos de tipo rotacional, deslizamientos que vienen de las pendientes más elevadas hacia la parte baja de Cubiro, deteriorando todo el urbanismo, viviendas, calles e infraestructuras”.
También las escuelas e iglesias han sufrido las consecuencias. El objetivo de esta red local es sentar un precedente y ser modelo en el trabajo para el diseño de una nueva ciudad segura.
Para ello, es necesario la planificación del uso del suelo, respeto a las ordenanzas de planificación urbana, evaluo de hospitales y escuelas, además de establecimiento de alertas tempranas ante algún desastre.
Ciudad resiliente
Abelina Caro, promotora en Venezuela de la Campaña “Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi Ciudad se está Preparando”, de las Naciones Unidas, manifestó que esta Red constituye un excelente esfuerzo local para motivar a las autoridades locales a comprometerse a cumplir con los 10 puntos esenciales para convertirse en una Ciudad Resiliente.
“Estamos cooperando para establecer una gestión de riesgo local, aumentando la resiliencia en las comunidades, la capacidad que tenemos para afrontar los desastres, creando capacidades a los miembros de la comunidad para actuar frente a estas situaciones. Estamos viviendo desastres invisibles, deslizamientos cotiadianos de los cuales nadie se percata porque son pequeños, pero que a largo plazo traen serias consecuencias, a la larga suman grandes pérdidas y daños materiales”.
El trabajo que realizan las comunidades de Cubiro con la ayuda de la red es prepararse para actuar y encaminarse a la transformación de la comunidad, con la reubicación de las viviendas a zonas estables y seguras, reorganizar la ciudad evitando así una tragedia futura.
“Esto que pasa en Cubiro puede pasar en cualquier sector del municipio Jiménez, por ello queremos ampliar el rango de acción, que se unan para crear lazos y coordinar acciones, esfuerzos para saber que hacer y que apoyos lograr. El apoyo técnico está disponible y así pueden comprender lo que sucede en la zona. La capacidad de respuesta aumenta y con ello la disminución de las tragedias ante una emergencia”.
Entre los alcances del trabajo realizado en equipo destacan; la definición de la misión, los objetivos, se diseñó la estructura operativa y el plan de acción de esta Red Local. Igualmente se ha reflexionado ampliamente acerca del riesgo de desastres que presenta muy especialmente, la zona de Cubiro.
El programa Ciudades Resilientes tiene como meta establecer 1 millón de escuelas y hospitales seguros, con el apoyo de los gobiernos locales de cada municipio.
Antecedentes
Luego de un recorrido realizado por funcionarios de Protección Civil, se presentó un informe en el cual presentaban los antecedentes de los deslizamientos rotacionales y reticulares de los suelos en el municipio Jiménez del estado Lara, los cuales han afectado por años a diversos sectores ubicados en las cercanías de las fallas de Boconó y Río Turbio, siendo lo más relevante hasta la fecha el hundimiento y desplazamiento en el año 1996 de un chalet en el sector La Entrada, en el año 2003 el deslave en el sector La Triguera de El Higuerón, de la catarata hacia el cauce de la quebrada Maguaze, desbordamiento y colapso de la Quebrada Lavapatas en el año 2005, inundación de viviendas y desplazamiento de masa que ha agravado el problema geológico del territorio que abarca el municipio.
Asimismo, el crecimiento poblacional de los últimos años y la inobservancia de las normas y ordenanzas para la construcción de viviendas dando origen a consecuencias evidentes con características muy similares en los sectores aledaños como Mi Yacural, San Rafael, Tocuyito, Agua Viva y la Urbanización La Escalonada.
Estudios geológicos
Debido a la problemática de inestabilidades geológicas que presenta la población de Cubiro, y en función del trabajo que el personal técnico de Funvisis ha estado realizando en esta población, se realizó una misión de campo entre el 03 y 06 de junio del presente año, concentrando los objetivos en dos actividades: Reforzar el trabajo de prevención realizado por los líderes comunitarios, apoyado con el sismóvil del Aula Sísmica del Centro de Documentación e Información y visitar los terrenos seleccionados por la alcaldía del municipio Jiménez y por la Gobernación del estado Lara, terrenos posibles para la reubicación de las familias afectadas por inestabilidades geológico-geotécnicas de la población de Cubiro.
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