Las comunidades de Los Dos Caminos, Los Palmares, San José, Pueblo Nuevo, Palo Verde y Vista del Palmar, son las que dan la bienvenida a El Tocuyo, cuando se ingresa por la carretera que comunica a la capital morandina con Quíbor y Barquisimeto. Los habitantes de estos sectores atraviesan distintas situaciones que van en detrimento de la calidad de vida.
Muy cerca de estos sectores, pero en una cota más elevada, se encuentra el vertedero de basura que sirve al municipio Morán. La presencia del centro de acopio y eliminación de desechos sólidos, acarrea malos olores y provoca la presencia de insectos, roedores, gusanos, aves de rapiña y demás animales portadores de enfermedades.
Cuentan los pobladores que cuando soplan fuertes brisas desde las montañas del norte, la fetidez del vertedero impregna el aire que se respira en sus comunidades. “Los niños se enferman a cada rato por el olor. La comunidad de Palo Verde es la más afectada”, comentó Airam Benítez, habitante de Pueblo Nuevo.
Recolección de basura
Benítez relató que, pese a encontrarse en las adyacencias del vertedero, el servicio de aseo urbano y domiciliario en Pueblo Nuevo y las comunidades vecinas es deficiente, por no decir inexistente. “Los recorridos del camión recolector venían siendo irregulares desde hace tres meses, pues pasaban sólo los sábados. Pero ahora es peor, porque tienen un mes que no pasan”, denunció.
“Uno pregunta en la alcaldía y la única respuesta que dan es que tienen los camiones dañados. Nosotros no sabemos que tanto se pueden dañar unos carros que sólo trabajan hasta las nueve de la mañana, porque después no se les ve más, ni siquiera en el centro”, señaló.
Benítez indicó que “ante esta situación, un muchacho que tiene una camioneta se ofreció a la comunidad para llevarse la basura al vertedero. Nos cobra entre 20 y 50 bolívares por viaje, dependiendo de la carga”. Añadió que lejos de molestarse por la tarifa “nosotros le pagamos al joven con agradecimiento, por el servicio que nos está prestando. De no ser por él, estaríamos nadando en basura”.
Inseguridad
Otro de los males que aqueja a estas comunidades del norte de El Tocuyo, es la acción de delincuentes. “Por lo general, quienes cometen atracos en la zona son menores de edad. En las noches hay que encerrarse con llave, porque lo que se oye son tiros y tiros. Es muy poco lo que puede hacer la policía, porque tienen las patrullas dañadas y los malandros están mejor armados que ellos”, aseguró Benítez, en referencia a la situación de inseguridad que se vive en el lugar.
Relató que “a una muchacha de Dos Caminos, que tiene un niño con discapacidad, le forzaron los candados de su vivienda y le hurtaron todo. Se llevaron la nevera, el televisor, las bombonas de gas y la comida”.
Servicios públicos deficientes
María de Díaz vive cerca del centro de educación inicial Simoncito “Las Ardillitas de Dios”, en Los Dos Caminos. Expresó que en ese sector, todos los servicios públicos presentan alguna deficiencia. “El agua llega cada dos días. Los cortes de luz son muy frecuentes, sobre todo en las noches nos quitan el servicio por tres y hasta cuatro horas”, aseguró.
Contó que recientemente se le hizo un trabajo de remodelación al Simoncito, pero al concluirlo no recogieron los escombros, los cuales afectan también a un consultorio popular aledaño. “Hicimos las gestiones ante la Alcaldía para que vengan a buscarlos, pero hasta el momento no hemos tenido respuesta”, apuntó.
Por otra parte, Díaz denunció que el camión distribuidor de gas comunal no entra a la comunidad. En vista de ello, se ve obligada a cancelar 50 bolívares para que le lleven la bombona vacía hasta la carretera y luego le hagan llegar hasta su casa una llena. “La bombona cuesta menos de diez bolívares y yo la termino pagando en 50, son más de 40 bolívares de sobreprecio”, subrayó.