Por la puerta del Sol – Con música escribió su leyenda

Acostumbro encabezar mis artículos con frases de personajes. En esta ocasión decidí empezar y terminar el de hoy con dos frases de mi autoría.
“Nadie que tenga talento puede quedarse dormido ante el espectáculo esplendente del sol, que le invita a cultivar sobre la cumbre de sus sueños laureles que inmortalizarán su nombre”
Agradezco infinitamente a mi hija Ivette Victoria por su valiosa colaboración.
El fin de la vida es vivir, luchar, actuar, circular, disfrutar. Más que anhelar la inmortalidad, es preferible disfrutar la vida siendo uno mismo, en este escenario en el que cada uno es dueño de su dicha o su desdicha, de sus triunfos o fracasos.  Las dificultades siempre saldrán al paso a limitar nuestras fuerzas, a detenernos. Nada en la vida es más grato que seguir la estrella que nos alumbra el camino y nutre el  talento que llevamos dentro.
El mundo está lleno de seres extraordinarios, de inteligencias supremas, de estupendos talentos. Hoy he querido dedicar este espacio a un ser humano cuyo talento logró atrapar la atención de un público al que llenó de alegría, fascinación y furor, siempre invitándolo a dejar fuera sus tedios y rutinas. Dejó regada por el mundo la irisada filigrana de su arte que no muere ni envejece. Se trata del máximo dios del rock Freddie Mercury, vocalista, compositor y músico espectacular, quien el próximo 5 de Septiembre  cumpliría años de edad.
El recuerdo de este genio de la música persiste, se ha quedado tatuado en el corazón del mundo que lo evoca con nostalgia y alegría. Hombre carismático, cuyos conciertos fueron históricos, sus canciones verdaderos poemas de amor, insinuantes, reflexivos, mensajeros, cargados de gran esperanza y de fe en Dios.
La fama y la riqueza pusieron al alcance de este singular rockero todo lo que deseó, fue a donde quiso, compró lo que le gustó, probó y saboreó hasta el fondo los riesgos de la mala vida, llevó su existencia a lo grande, a lo extravagante, a lo insólito. Como ocurre en cualquier arte utilizó en sus creaciones ajustes y desajustes, ascendencias y descendencias, cadencias y discordancias, cimas y simas. Perfecta fue la combinación que aplicó en escena con su técnica y swing, el poder y garbo que desplegaba en el escenario fueron  únicos, inconfundibles, siempre cargado de vida y alegría; zumba, lujo y estilo demostraron lo singular de su talento. Los éxitos que lo llevaron a la fama, su histrionismo, habilidad, carisma, energía, gusto, canciones y vivencias personales fueron los valiosos aportes que hicieron de este hombre una leyenda.
Sus videos y canciones deleitan sobremanera. Nada es más grato que sentarse a oír a este espectacular ser, cuyo arte  lo llevó a la gloria. Preferidos son We’re the Champions, Made in Heaven, Crazy little Thing Called love, We will Rock you, Bohemian Rhapsody, (creación musical que nadie podrá olvidar del grupo “Queen”  que realizaron magistralmente las voces de Freddie Mercury, Roger Taylor y Brian May quienes la eternizaron. Catalogada como una de las mejores representaciones de todos los tiempos). De su pieza magistral Innuendo (Insinuación) extraje estos dos párrafos:
“Puedes ser todo lo que quieras ser, solamente conviértete en lo que crees que podrías ser. Sé libre con tu ritmo, sé libre, sé libre. Rinde tu ego, sé libre contigo mismo”.
“Si hay un Dios o cualquier clase de justicia bajo el cielo, si hay un por qué y una razón para vivir o morir, si hay una respuesta a las preguntas que acabamos preguntando: ¡Muéstrate! ¡Destruye tus miedos! ¡Quítate la máscara!
Seguiremos sonriendo, sí, y lo que sea que pase pasará, tan solo seguiremos intentándolo hasta el final de los tiempos…”
La subestimación siempre está presente cuando se mide a una persona por su aspecto físico, su inclinación sexual, su vestimenta, su ingenio y excentricidades. Mercury no escapó a la feroz crítica de este mundo raro; aunque en su vida privada era modesto, tímido, humilde, respetuoso, gentil, solidario con los más pobres y con los animales a los que amó de corazón. En el escenario ganó la mejor fama, su actuación arrogante, feliz, sugerente, provocativa, soberbia, fuerte es algo que jamás olvidaremos. Su espíritu era libre, maravilloso. Ya no está pero el show debe continuar: “Queen” sigue vivo y en el centro renaciendo  el ave Fénix de su creador…
Freddie Mercury “Vivió para la música un solo instante, demasiado vivirá para su gloria”

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