En rechazo a la intervención militar que Estados Unidos desea efectuar en Siria, por el supuesto uso de armas químicas por parte del gobierno de ese país contra su propia población, se manifestaron ayer en la Plaza Bolívar de Barquisimeto miembros del PSUV y de la comunidad árabe-venezolana en la región. A la movilización asistieron Zaid Alchaer, presidente del Club Árabe Venezolano, y Faissal Alchaer, coordinador de Asuntos Sociales de esta organización, quienes agradecieron el apoyo del presidente de la República, Nicolás Maduro, y reiteraron su apego a las políticas del jefe de Estado sirio Bashar Al-Asad.
Ghaleb Radwan, miembro de la comunidad siria en Barquisimeto, expresó: “El pueblo sirio se enfrente a una guerra nefasta y a pretensiones norteamericanas. De nuevo Estados Unidos busca invadir pueblos, tumbar democracias, quitar idiosincracias e imponer lo que mejor le parece. Sólo se trata de sus intereses económicos, sin importar si debe avanzar sobre la sangre de cualquier pueblo.
Esto no tiene que ver con ningún régimen, como quedó demostrado en Irak, país atacado unilateralmente con la excusa de supuestas armas químicas y de destrucción masiva. La ONU exige que antes de una intervención militar, se llegue a la verdadera solución del problema. Pero hay una cantidad de mercenarios, que se denominan opositores, pagados por Arabia Saudita, Qatar, Israel, Estados Unidos, Francia y Turquía.
¿Qué otro país, aparte de Estados Unidos, ha atacado con armas atómicas y químicas, sin importarle la muerte de personas inocentes que no tienen que ver con la guerra? Esta es una guerra económica, y el presidente Al-Asad fue constitucional y democráticamente electo por la mayoría de su pueblo”. A su vez, Gerardo González, director de la Oficina Técnica de Documentación, Estadística y Cooperación Internacional de la Alcaldía de Iribarren, señaló: “Este movimiento de apoyo viene de las bases del pueblo venezolano, que siente al pueblo sirio como hermano. Es gente que ha venido a trabajar y darlo todo por nuestro desarrollo, y una vez más vemos las apetencias imperialistas de Estados Unidos pasar por encima del derecho internacional”.