Un fallo del belga Romelu Lukaku en la tanda de penales dio la Supercopa de Europa al Bayern Múnich, frente al Chelsea, en un partido disputado en el Eden Stadion de Praga que acabó con empate 2-2 en la prórroga y 5-4 en los penales.
El joven jugador belga, que lanzó en el último lugar, fue el único futbolista de los 10 que lanzaron penales, que falló su disparo.
Antes, en el tiempo reglamentario más el alargue, el español Fernando Torres (8) y el belga Eden Hazard (92) habían marcado para el Chelsea, que jugó la prórroga con 10 por la expulsión del brasileño Ramires, mientras que el francés Franck Ribery (47), elegido el un día antes del partido como mejor jugador de la UEFA el año pasado, y el español Javi Martínez (120+1) anotaron por el Bayern.
El héroe del partido, no obstante, fue el portero checo del Chelsea Petr Cech que con sus paradas estuvo a punto de dar el título al club londinense, sobre todo en la prórroga, cuando su equipo ya jugaba con un hombre menos por la expulsión de Ramires en el 85, por una segunda tarjeta amarilla tras una dura entrada a Mario Geetze.