La corrupción se soltó el moño

La frase “el hampa con el moño suelto” solía  utilizarla un diario capitalino en el espacio de la última página dedicado a las informaciones de sucesos, cuyo modo particular de abordar el hecho delictivo orientaba a las clases populares.
En el argot público, la expresión “soltarse el moño” se aplicaba jocosamente a las mujeres que rompían las severas cadenas conservadoras hogareñas y adoptaban una conducta más pícara. También se aplicaba a aquellos jóvenes que decidían salir del closet.
Como la corrupción igualmente es una expresión punible con metástasis, el proceso de propagación de un foco canceroso a un órgano distinto de aquel en que se inició, tomamos la palabra del diario en cuestión para referirnos a ese delito que como un tumor se ha extendido a todos los rincones del país.
Un estado de derecho significa que la ley está por encima de todo; no puede escapar a ella ni el rico, ni el pobre, ni la autoridad. Las normas buscan crear un marco o una estructura para que la sociedad crezca.
Pero cuando  los gobernantes no dan el ejemplo, la ciudadanía se contagia y empieza la decadencia. La corrupción, la falta de respeto a las leyes se impone como un modo de vida que termina convirtiéndose en idiosincrasia.
Lamentablemente en Venezuela la corrupción es una forma de vida institucionalizada en todas las esferas gubernamentales.
Cuando Walid Makled cantó, lo dejó claro: “Si yo soy narcotraficante, todo el gobierno de Chávez es narcotraficante”. Su caso colocó en el tope del escándalo al gobierno del Presidente fallecido.
La revolución bolivariana se oscureció hace un buen rato, no sólo con las presuntas relaciones con la guerrilla y el tráfico de drogas, sino que sus altos funcionarios  acumularon denuncias ante el Ministerio Público y los tribunales internacionales por corrupción.
Entonces, ¿con qué moral el Presidente de la República Nicolás Maduro reta a la oposición para hacer un debate sobre denuncias de corrupción, “una por una si quieren en cadena nacional para que este país sepa la verdad y dejen la manipulación?”.
¿Con qué rostro pide «poderes especiales» para luchar contra la corrupción sin descartar una reforma de la Constitución, para modificar algunos de los artículos que sancionan los actos irregulares en la función pública, si presuntamente los tiene a su lado y hasta dentro del Parlamento, resquebrajando a la sociedad de una manera voraz, con resultados poco notorios?
Hay más corrupción y existe un campo más fértil para que ésta germine en sistemas de gobierno como el nuestro que posee agujeros, baches, o hendiduras, aprovechados en beneficio de unos pocos y en perjuicio de las grandes mayorías.
El uso ilegítimo del Poder Público y la conducta  política contraria a las normas jurídicas también se llama corrupción.
Hasta en la detención, juicio, condena, sentencia y ejecución de Jesucristo hubo corrupción cuando las 22 leyes del Sanedrín fueron violadas. Fue y sigue siendo un caso sin precedente jurídico. Él sufrió la pena de muerte aunque Poncio Pilato, autoridad local romana lo encontró inocente.
El Mesías se sometió a 2 pruebas con 3 fases cada una. El juicio religioso donde la acusación era blasfemia, y el juicio civil donde la acusación era incitación a la rebelión.
Fue juzgado delante de un tribunal injusto con un proceso judicial apresurado que terminó en un duro castigo.
Estos líderes son considerados corruptos y sin respeto a la ley. Los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y se confabularon para capturar con engaño a Jesús y matarlo.
Los conspiradores se refugiaron en la conducta corrupta de Judas cuando les ofreció la oportunidad de detenerlo. Rápidamente se hizo una promesa de pagarle por sus servicios la cantidad de 30 monedas de plata, dinero del templo que había sido designado para la compra de los sacrificios.
En este caso se ve con claridad cómo un acto concreto de corrupción requiere la convivencia entre el que se deja corromper y el corruptor.
¿Hasta qué nivel social, político, institucional, económico, es aceptable la corrupción y se le va a dejar crecer? ¿Con un llamado a debatir en cadena nacional solicitado por Nicolás Maduro?, o con poderes especiales solicitados por éste.
“Todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cual.”
José María Vargas Vila (1840-1933). Escritor colombiano.