Ayer se realizó la audiencia del Ministerio Público a Carlos Brito, funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana, adscrito a la tercera compañía del Destacamento 47 en Carora, quien fue enviado a la cárcel de Coro, estado Falcón, por presuntamente haber asesinado junto a su esposa a su propio hijo, de 8 meses de gestación.
Al parecer, Brito tenía tiempo saliendo con Emily Rodríguez, de 18 años, la joven quedó embarazada pero él no le hizo más caso para evitar problemas con su pareja, quien se enteró de lo sucedido. El viernes el funcionario, oriundo de Barquisimeto, le envió unos mensajes de texto a la joven diciéndole que la quería ver; ella accedió pero antes le comentó a una amiga acerca del encuentro.
Ese día el hombre estaba de guardia, por lo cual le informó al efectivo de inspección que iba a hacer “una vuelta”, salió del comando, tomó un taxi, fue a buscar a su esposa, después juntos y bajo amenazas de muerte, le robaron el carro al conductor, de ahí se encontraron con la víctima, quien al montarse en la parte delantera, se percató que atrás estaba la pareja del uniformado y ésta intentó asfixiarla con una bolsa y de inmediato la pasaron a la parte trasera.
En ese momento, Rodríguez envió tres mensajes que decían: Me secuestró; me llevan vía a Aregue y en el último aseguraba que la iban a matar. Durante el camino y hasta el destino final, ambas personas golpearon a la joven hasta acabar con la vida de la niña que tenía ocho meses de gestación. Brito intentó degollarla pero ella sólo se desmayó.
Posteriormente él dejó a la esposa en el hotel y se fue al comando. Minutos después los familiares de la víctima llegaron a la sede de la GNB a denunciar el hecho, pero el mismo efectivo que la había golpeado, desmintió lo sucedido. Al día siguiente el grupo de denunciantes decidió ir hacia la vía Aregue como decía el mensaje.
Un perro la consiguió
El sábado en la mañana, cuando se encontraban por el sector del hallazgo, escucharon los ladridos de un perro. Era el mismo que estuvo con Emily Rodríguez desde el día anterior. La auxiliaron y llevaron a un centro asistencial donde le agarraron 19 puntos en el cuello, aunque lamentablemente perdió a su hija.
Luego volvieron a la GNB, esta vez con una tía de la joven, esposa de un sargento y exigió ser atendida. Contaron lo que pasó, y al revisar el listado de salida, efectivamente, Brito no estaba al momento que le tocaba hacer la ronda de patrullaje motorizado, sino que informó que estaría “haciendo una vuelta”. Revisaron el celular de la joven, que no se lo quitaron, y ahí estaban los mensajes que el funcionario le envió.
También la denuncia del taxista fue clave, quien reconoció al uniformado y su mujer, como los autores del robo de su vehículo, por lo cual el mismo sábado detuvieron al hombre, y como su esposa notaba que no respondía el celular, decidió ir al comando a saber lo sucedido, donde la capturaron de inmediato.