Acerca del uso de las redomas en Barquisimeto, fue consultada la ingeniero Norah Farías, experta en movilización vial y quien fungió como directora de la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT), durante la gestión del exalcalde Macario González.
“Las redomas son una especie de distribuidores de flujo vehicular. Sin embargo, como usuarios, no respetamos y desconocemos su manejo, pues quien circula por la redoma tiene la preferencia. Pero aquí a diario vemos que en las redomas se conduce como si estuviéramos en una situación de ‘sálvese quien pueda’, sobre todo cuando están muy colapsadas, como suele ser el caso de la redoma del Sol, a la altura de Las Trinitarias”, señaló.
Acotó Farías que hace algún tiempo se pusieron semáforos en algunas redomas.
“Esta opción podría evaluarse para la redoma del Sol. Habría que hacer un estudio, aunque entiendo que incluso hay una propuesta por parte de la Cámara de la Construcción del estado de Lara para implementar algunas mejoras en esa redoma. No obstante, esto también estará determinado por el tránsito del Sistema de Transporte Masivo de Barquisimeto (Transbarca) por ese distribuidor vial”, señaló.
Por otra parte, la ingeniero recordó en diferentes partes del mundo hay redomas por donde pasan millones de vehículos, entre las cuales citó la del Ángel en México, en la cual se distribuye un gran volumen de carros y aun así se maneja de manera apropiada. “Se trata de un aspecto cultural nuestro”, acotó Farías.
Acerca de si es necesario o no el rayado dentro de las redomas para que los vehículos se paren, la exfuncionaria aclaró que eso depende del tipo de distribuidor, pues hay algunas en las que simplemente se da una vuelta, mientras en otras lleva a una vía específica. “Por ejemplo, en la misma redoma frente a Las Trinitarias, en relación al tráfico que viene por la avenida Los Leones y las demás vías que confluyen en la redoma del Sol, se supone que quien circula por el distribuidor suele ceder el paso, aunque no debería ser así, pues el pare debe ser para quien transita por la vías circundantes. Sin embargo, como no parece haber suficiente respeto en nuestros hábitos de conducir, quizás se demarca una señal de pare en ciertas redomas de la ciudad para prevenir accidentes”, añadió.
En relación a esto, Farías resaltó la necesidad del mantenimiento de las vías. Sin embargo, precisó que hay varios tipos de pavimiento, cada uno con requerimientos diferentes. “Esto obedece al propósito para el cual ha sido diseñado, es decir, si es una vía local o de alta transitabilidad, o si es una vía por donde pasan muchos vehículos de carga pesada. Es decir, no hay una receta común para todo los pavimentos”, aclaró, agregando que en 1998 durante la rehabilitación de la avenida Libertador, en la que ella participó, cada canal de esa vía se trabajó de manera distinta, pues se suponía que el canal por donde irían las cargas pesadas tenía un diseño particular.
“De hecho, en aquella ocasión se utilizó una mezcla que para entonces era muy novedosa, denominada SuperP, que suele aplicarse en vías de alta transitabilidad y vehículos pesados. Pero no sólo se trata del pavimento, pues en las vías hay otros elementos involucrados”, concluyó la experta.