Un tiro en la región occipital le causó la muerte a Jessica José Castillo Mudarrama, de 34 años de edad, quien quedó sentada, con el tronco hacia las piernas, en el puesto de copiloto de una camioneta Terios plateada, la cual funciona como taxi. Al parecer, el hombre que la acompañó durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, fue quien la mató en venganza.
“Me robaste y te mato”, le habría dicho el sujeto que tras pronunciar esas palabras le disparó. La pareja tomó un taxi aproximadamente a las 4:40 de la mañana de este domingo en la avenida Vargas con carrera 19, la dama se montó en la parte delantera y el caballero atrás. Le dijo al conductor de la Terios que los llevara hasta una casa ubicada en la carrera 19 con calle 9, justo al lado de una farmacia que está por la zona. En el lugar el hombre, moreno y quien vestía una franela roja de un equipo de fútbol, se bajó a buscar un supuesto dinero.
Cuando retornó al vehículo, le dijo a quien manejaba, que tomara la misma carrera pero con la avenida Morán, diagonal al rectorado de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y del auditorio Ambrosio Oropeza de dicha casa de estudios. Es una calle sola, más aún un domingo en la madrugada.
En las inmediaciones de la dirección, la persona que iba detrás le disparó a la dama. Seguidamente le ordenó al conductor que se quedara callado y le entregara la pantalla del equipo de sonido, así como la planta. Al momento de empezar a desconectarlo, se hizo un corto circuito. Al asesino no le importó; esperó que le entregaran las pertenencias del carro, las cuales metió dentro de un bolso rojo que llevaba la hoy occisa.
También habría despojado de sus pertenencias al conductor. Le dijo que se fuera; luego llegaría una moto en la cual se dio a la fuga el delincuente.
El suceso se desarrolló aproximadamente a las 4:50 am. Horas después vecinos de la zona y trabajadores de la universidad, comenzaron a pasar por la escena del crimen, uno de ellos dio parte a las autoridades pero como se ha hecho costumbre, nadie informa de lo acontecido por miedo a represalias.
En la escena del crimen no se encontraron conchas de balas, pues presuntamente utilizó un revólver para cometer el delito. Dentro de la Terios el desorden era evidente: objetos de maquillaje, papeles, cables del reproductor de sonido, cornetas afuera y regadas; junto a ello, Castillo Mudarrama, la mujer que quedó marcada con el número 28 asesinada en lo que va de año y la quinta del mes.
Ella, una dama de tez blanca, cabello rojo, iba vestida con un sweter y falda de color negro, sandalias de tacón negras con blanco y resaltaban sobre su piel un tatuaje en forma de rosa en la parte inferior derecha del abdomen y un Mickey Mouse en el tobillo del mismo lado.
Según versiones extraoficiales, la fémina, de 34 años, se dedicaba a la prostitución. El asesino, se presume, era “un cliente” a quien habría robado y por esa causa la habría matado. Integrantes del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Lara, fueron hasta el lugar, donde hicieron el respectivo levantamiento del cadáver y tomaron las evidencias para comenzar las indagaciones del caso.
Tenía antecedentes
Según el Tribunal Supremo de Justicia, Jessica José fue detenida en flagrancia en marzo de 2007 en las inmediaciones del Centro Penitenciario de Centroccidente, Uribana, cuando intentó pasar 2,9 gramos de marihuana, envueltos en un billete de 10 bolívares, por lo cual le dictaron medida cautelar sustitutiva con presentación cada 30 días.
La ahora occisa residía en la calle 24 del barrio La Cruz, detrás de la estación de servicio de Pata ‘e Palo.