Chris Davis asoma como el único que puede impedir la cita de Miguel Cabrera con la historia.
El venezolano amenaza con otro final de temporada memorable con los Tigres y tiene posibilidades de ser el primer pelotero que gana la Triple Corona dos años seguidos.
Sin contar los juegos del lunes, Cabrera encabeza cómodamente la Liga Americana con un promedio al bate de 356, 28 puntos más que su escolta Mike Trout. También lidera la liga en empujadas, con 126, ocho más que Davis.
Pero Davis, de los Orioles, lo supera en jonrones, 46 a 42.
«Dicen que soy lo único que puede impedir que lo haga de nuevo, pero yo espero que lo haga», declaró Davis. «Sería algo fenomenal. Es un gran bateador y se merece todo lo que consigue».
«Mi objetivo no es impedir que Miguel Cabrera gane la Triple Corona, sino hacer todo lo posible por que mi equipo gane, no importa si ello requiere diez jonrones más o dos», expresó. «He tenido un año productivo hasta ahora, pero si no nos clasificamos a los playoffs, eso no servirá de mucho».
¿Año productivo? No seas modesto, Chris.
Davis está décimo en la Americana con promedio de 302 y ya tiene 33 impulsadas más que en su mejor año, además de que encabeza ambas ligas en jonrones.
Y lo que es más importante, tiene cuatro jonrones más que Cabrera, quien el año pasado se quedó con la primera Triple Corona desde que Carl Yastrzemski la ganó en 1967.
Davis sabe lo que significa ese logro.
«Es algo muy difícil de hacer y cuando uno la gana, hay que disfrutarlo», expresó.
Solo dos peloteros ganaron dos veces la triple corona, aunque no en años consecutivos: Rogers Hornsby lo hizo en 1922 y 1925 y Ted Williams en 1942 y 1947.
«Ganarla una vez ya es algo notable», afirmó el catcher de los Orioles Matt Wieters. «Gane o no la triple corona, nadie va a dudar sobre la categoría de jugador que es Miggy (Cabrera)».
Nadie duda que Cabrera es uno de los mejores bateadores derechos de la historia. En años normales, 42 jonrones cuando todavía falta una semana en agosto alcanzarían para ganar la corona de cuadrangulares de la liga.
Pero no este año, en que Cabrera siempre ha estado por detrás de alguien que llaman «Crush».
«No nos preocupamos de él», dijo Cabrera. «Nos concentramos en lo que podemos hacer aquí».
Cabrera y Davis no se hablan desde el Juego de Estrellas, en que el tercera base de los Tigres le dio un consejo a Davis, quien estaba en un gran año.
«Una de las cosas que me dijo fue `no dejes que todo lo que se dice se te suba a la cabeza»’, relató Davis. «En la recta final todos nos van a comparar y van a decir que este tipo está haciendo esto o aquello. Lo importante es salir y jugar. Me dijo, `estás teniendo un gran año, del que puedes sentirte orgulloso. No importa si terminas con mejores números que yo, porque ya tuviste un gran año’. Le agradecí mucho lo que dijo».
Davis insiste en que lo que cuenta no es la cantidad de jorones que pega sino la cantidad de juegos que gana Baltimore.
«Chris es un jugador de equipo», afirmó Wieters. «Lo que más le importa es ganar. Todos hacemos fuerza por él, porque el que el equipo gane le interesa más que el título de jonrones. Hacemos fuerza por él porque nos ayuda a ganar y porque se lo merece».
Davis, por su parte, dice que «todos los años hay un campeón de jorones distinto. Alguien va a batir la marca de otro. Para mí, los premios individuales son algo lindo, pero al final de cuentas, juego para recibir premios en equipo. Poder decir que eres parte de un equipo ganador, o de un equipo campeón, es algo que nadie te va a poder quitar nunca».
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