“Todavía faltan los aguaceros de octubre que son más fuertes y todos los años causan destrozos en la carretera”, dijo Nemecio Crespo, usuario de la carretera Duaca-Aroa.
Se refería en especial al sector Limoncito, donde hace unos dos años una crecida de la quebrada se llevó parte de la vía dejando sólo un canal para el desplazamiento de los vehículos en ambos sentidos.
Allí comenzaron trabajos de colocación de gaviones para proteger lo que aún queda de carretera, pero hace algunos meses los mismos fueron paralizados cuando sólo se había cumplido con la mitad.
Los viajeros frecuentes entre las dos ciudades de Lara y Yaracuy han insistido en la necesidad de que el Ministerio de Tránsito Terrestre o la gobernación de Lara continúen la obra para darle protección a tan importante arteria vial.
Temen que de registrarse otra crecida de la quebrada como la del año pasado, cuando se llevó otro tramo de la misma, arrastre los gaviones construidos y termine de acabar con lo que quedó de vía en Limoncito.
Los vecinos del caserío también están preocupados porque si desaparece la carretera quedan a merced de la quebrada que cuando crece constituye toda una amenaza pues se lleva todo lo que encuentra a su paso, incluyendo viviendas.
Desde el movimiento Crespo Activo se han estado haciendo gestiones ante el MTT, la gobernación y la alcaldía del municipio para que se reinicien los trabajos, no sólo en Limoncito sino también en el sector conocido como Caraquita donde igualmente dejaron a medias la recuperación de la vía afectada el año pasado por el hundimiento de la calzada a consecuencia de otra crecida de la quebrada.
Prometieron asfartarla pero no cumplieron.