Voz agraria – Campesino o citadino

Cuando en 1960 se decreta la Ley de Reforma Agraria, Venezuela tenía aproximadamente 30% de población rural. Hoy día con base en el último censo estamos en 10%. Para cuantificar lo urbano y lo rural en población, el primero está por encima de 5.000 habitantes, lo rural por debajo. Pero si analizamos mejor, podemos preguntar si Sanare, El Tocuyo, Carora por ejemplo son urbanas, si prácticamente su economía depende de lo rural. Otro ejemplo: Iribarren está conceptuado como municipio urbano, y entonces las parroquias Juares, Tamaca, Aguedo Felipe Alvarado… ¿cómo quedan si son eminentemente agropecuarias? Si buscamos la definición por fuentes de ingresos, o por ocupación, la vocación mayoritaria es agropecuaria de manera directa e indirecta.
Muchos de los pobladores de estos centros urbanos, son desplazados del campo, otros buscando mejor hábitat, comerciantes de insumos y cosechas, jornaleros, transportistas, bodegueros, en sí, un conjunto de familias que viven, comen, duermen sosteniéndose de la producción agropecuaria de manera directa e indirecta.
Existe una vieja expresión: “ciudad es ciudad, lo demás es monte y culebra”. Hoy día se hace difícil hacer una separación, pues por lo errado del manejo económico del país sólo logramos traer el campo a la ciudad y no llevar la ciudad al campo. Posiblemente esta circunstancia sea la causa del fracaso de acciones oficiales orientadas a lo urbano, cuando el receptor tiene concepción rural de su entorno.