La falta de autoestima es un concepto muy tratado en estos últimos años pero ¿es imprescindible hacerlo o lo mejor es aceptarnos tal cual somos?
La meta a conseguir no pasa por alcanzar la idea abstracta de que nos hemos de querer mucho, cosa que es complicada porque ni siquiera sabemos cómo empezar ni en qué consiste este amor propio, y porque años de actuar y sentir de un mismo modo no se cambian así de repente.
Hay algunas cosas sencillas que nos pueden poner en el camino de lograrlo si perseveramos en ellas (mejor una por una y no todas al mismo tiempo):
Permitirnos ser tal cual somos al completo, con nuestras vertientes mejores y peores, aunque eso no significa que no queramos mejorar estas últimas.
Tratarnos del mismo modo en que trataríamos a alguien a quien apreciamos profundamente.
Si nos penalizamos cuando algo nos sale mal, ¿por qué no nos premiamos cuando conseguimos una meta, por pequeña que sea?. Ayuda mucho por un lado, ser paciente con una/o misma/o cuando no obtenemos éxito en algo, y por el otro, reconocernos los objetivos conseguidos y las tareas que desempeñamos bien a lo largo del día, por sencillas y cotidianas que sean. Para reforzarlo, sobre todo al inicio, hacer una lista diaria de todo lo que hemos realizado con buen resultado.
Poner la mirada sólo en los resultados suele ser frustrante muchas veces, sobre todo cuando no todo depende de una/o misma/o. Por eso, en ocasiones, es mejor ponerla en el esfuerzo invertido durante el proceso.
Contemplarnos a nosotros mismos con ternura y sobre todo con humor. No hay nada más sano que no tomarse demasiado en serio… Eso nos saca de la susceptibilidad y del miedo a actuar y al ridículo.
Existen diversas características que evidencian cuando tenemos una alta autoestima:
- Asume responsabilidades con facilidad.
- Está orgulloso de sus logros.
- Afronta nuevos retos con entusiasmo.
- Rechaza toda actitud negativa.
- Se acepta a sí misma.
- No es envidiosa.
- Por el contrario, cuando una persona posee una baja autoestima:
- Desprecia sus dones naturales.
- Se frustra fácilmente.
- Se siente impotente.
- Actúa a la defensiva.
- Culpa a los demás por sus debilidades.