Permanece el desfase entre los costos de producción de la caficultura y la caña de azúcar y los ajustes aprobados por el Ejecutivo, aseguró el presidente de Fedeagro, Antonio Pestana, al señalar que aspiraban a un precio de 3.500 bolívares el quintal y solamente se aprobó el precio de 2.650 bolívares, a la espera que se los paguen puntualmente.
Asímismo, indicó que hasta ahora siempre los subsidios que se han fijado para los productos agrícolas, tienen como objetivo favorecer a los consumidores, pero hasta ahora estos subsidios eran recargados sobre los hombros de los productores agrícolas, de allí que cada vez que el Ejecutivo habla de subsidios, los agricultores no muestran la mejor disposición en relación con este mecanismo.
Destacó asimismo, que los subsidios aprobados para la caña de azúcar y para el arroz, hace un par de años nunca fueron pagados, lo que contribuye a que exista resistencia ante estos esquemas. Denunció Pestana, que a todo lo anterior, se agrega la existencia de una gran cantidad de gestores, quienes se ofrecen como intermediarios con las autoridades para cobrar los subsidios.
Nuevo esquema
Anunció que el pasado miércoles se reunieron con las autoridades del Ministerio de Agricultura y Tierras, donde se diseñó un nuevo mecanismo a través del cual se modifique la documentación requerida para el pago del subsidio, que sea un solo trámite y que la agroindustria pague el subsidio a los productores, después de validar la entrega del producto.
-Si se hace eficientemente la entrega del subsidio a las empresas, el productor agrícola no saldrá perjudicado, además se minimizará el trauma que hasta ahora han venido padeciendo los productores, con el cobro de los subsidios oficiales-, asegura.
Pestana es de los que está convencido de que los subsidios distorsionan la situación económica de cualquier sector en el cual sean aplicados.
Caña de azúcar
Por otra parte, José Ricardo Álvarez, director de Fedeagro para la Cañicultura y presidente de la Federación de Sociedades de Cañicultores (Fesoca), indicó que de acuerdo con sus estructuras de costos, aspiraban a un aumento a 8,9 bolívares para el productor, pero se les pagará entre 5,80 y 6,00 bolívares por kilogramo, lo que evidencia que persiste un rezago entre 2 y 3 bolívares.
-Comenzaremos nuevamente el diálogo y esperamos que todas las promesas que se han hecho, se materialicen. Hasta ahora las puertas están abiertas y si algo no se puede ocultar es que los costos de producción se han triplicado con respecto a la zafra del año pasado, sobre todo en el área de mecanización y repuestos-, asegura.
Álvarez advierte que si por alguna razón, no se cumple lo que se ha estado hablando con el Gobierno, sobre todo en cuanto al mecanismo a fin de que la agroindustria, pague el subsidio como única forma para que puedan tener recursos frescos para metérselos al campo, si no es así las plantaciones se pierden, en otras palabras “si falla el mecanismo, se pierden las siembras”.