El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que las acusaciones de uso de armas químicas en Siria son «muy preocupantes», pero advirtió contra una nueva intervención militar de su país en Medio Oriente, en entrevista a la cadena CNN divulgada este viernes.
Desde que la oposición siria acusó a Damasco de haber perpetrado el miércoles un ataque a gran escala que habría dejado al menos 1.300 muertos, Washington es extremadamente prudente y se mantiene discreto en comparación con sus aliados europeos.
En entrevista con CNN, Obama afirmó que estas acusaciones representaban un «acontecimiento importante» y «profundamente preocupante».
Sin embargo el mandatario se abstuvo de formular conclusiones y explicó que ordenó a sus servicios de inteligencia «recabar información» adicional sobre el eventual ataque.
Expertos de la ONU ya están en Siria y la comunidad internacional pide que puedan corroborar las acusaciones de la oposición siria, que el régimen de Bashar al Asad niega rotundamente.
«En este momento preciso, somos incapaces de determinar de manera definitiva que se han usado armas químicas», reconoció este jueves la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
Obama señaló no obstante que estos hechos, si lograban comprobarse, serían mucho más graves que los de la primavera boreal pasada. En junio, tras semanas de vacilaciones, la Casa Blanca terminó reconociendo que el régimen sirio había utilizado armas químicas.
Siria había entonces franqueado la «línea roja» trazada por Obama el 20 de agosto de 2012. Y Estados Unidos incrementó entonces su apoyo a los rebeldes.
Pero en CNN el presidente se abstuvo de referirse a esta «línea roja».
Obama, escéptico ante la multiplicación de intervenciones militares en el exterior, retiró sus tropas de Irak, se dispone a hacerlo también en Afganistán, y adviritó contra un nuevo operativo militar en Medio Oriente.
«A veces hemos visto personas que llaman a una acción inmediata, (…) metiéndonos en situaciones muy difíciles, que resultan en que somos arrastrados a intervenciones caras, difíciles, costosas, que finalmente generan más resentimiento en la región», destacó.
Foto: Archivo