Los músicos venezolanos del “Ensamble de Percusión de Los Llanos” ofrecen hoy en la Iglesia de Saint-Gence el tercer y último concierto de su debut internacional, en el XX Festival Epsival Cuivres en Fête, en el centro de Francia, donde su arte está siendo celebrado como algo “fantástico”.
Originarios de los estados de Portuguesa y Barinas, los 13 jóvenes de 11 a 18 años de Los Llanos que dirige Acuarius Zambrano son algunos de los invitados especiales del certamen, junto con el conjunto Belgian Brass, el cuarteto Via Nova y el Trio Ela.
Al igual que sus organizadores, los integrantes de las agrupaciones de renombre internacional que lo organizan: Percuduo y Epsilon, el festival se dedica exclusivamente a los instrumentos de cobre y percusión.
El virtuosismo de Los Llanos es fruto del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles fundado en Venezuela en 1975 por José Antonio Abreu, que ha propiciado la integración social de cientos de miles de niños y jóvenes de medios desfavorecidos gracias a la música y ha comenzado a expandirse por numerosos países.
Un método pedagógico que a finales de julio llevó a ocho agrupaciones venezolanos y 1.400 músicos al Festival de Salzburgo, donde a gran escala causó un efecto similar al que Los Llanos están produciendo en el Limusín francés.
Su música es “sencillamente fantástica”, comentó a Efe el integrante de Percuduo y percusionista de la Ópera de París, Damien Petijean.
Su nivel ha sorprendido y emocionado al público, a sus compañeros de clases magistrales y a los profesionales de nivel internacional que actúan y enseñan en el certamen, también por la calidez y humanidad que transmiten, resaltó Petijean.
“Son muy profesionales” y “es evidente que tienen un talento increíble” y también “un gran margen de progresión”, añadió.
Además de sus actuaciones, los jóvenes venezolanos “son por la mañana alumnos de las clases magistrales de la Academia Epsival”, explicó a Efe la encargada de producción, Sarah Camelot.
“No hay jerarquía ni barreras entre estudiantes y profesores”, se trata ante todo de poder tocar con grandes músicos de diferentes países, este año principalmente europeos, resaltó.
A diferencia de los otros casi 70 alumnos, en su mayoría pre-profesionales y estudiantes de últimos ciclos musicales franceses, los venezolanos ofrecieron tres conciertos, explicó Petitjean.
El nivel musical y la energía vital de Los Llanos ha causado tal sensación -añadió la productora- que el padrino de Epsival 2013, Ron Geesin, coautor del álbum “Atom Heart Mother” de Pink Floyd, decía bromeando que se “volvía a casa” para no tener que actuar después de ellos.
Los miembros del Ensamble que dirige Zambrano, quien hace unos años pasó a su vez por la Academia Epsival, no son la única presencia venezolana en este encuentro de alto nivel que distribuye conciertos y actividades en diferentes lugares de la región del Limusín, de Limoges a Saint-Junien.
Entre la treintena de grandes intérpretes que enseñan en la Academia figura José Giménez, quien inició su formación en el Conservatorio de Barquisimeto, como el director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolivar y de la Filarmónica de Los Ángeles (EE.UU.), Gustavo Dudamel.
Epsival preveía contar asimismo con los cobres de Brass/ier Quintet, también del entorno del Sistema, con el que se había programado una decena de conciertos, pero tuvieron que anular su viaje hace mes y medio al no encontrar financiación, lamentó Camelot.
Abierto el pasado 16 de agosto, el certamen vivirá mañana uno de sus momentos álgidos con un concierto de clausura que protagonizará Ron Geesin rodeado de otros grandes solistas.