Volvemos a comenzar una campaña electoral que me permite afirmar que se puede ofrecer como primera alternativa en que «para las próximas navidades me comprometo a limpiar las ciudades de Venezuela de la basura de propaganda electoral», y es de por sí un buen ofrecimiento, tomando en cuenta que para realizar ese trabajo se necesita una estructura altamente sofisticada y cualquiera no lo puede realizar porque corre el riesgo de perder la vida.
Este tema es complicado, puesto que la competencia entre todos los candidatos se sustenta en qué ofrezco hacer con los reales producto del pago del petróleo, que es diferente a las ofertas que por naturaleza consiguen en rechazo, mas precisamente esas ofertas son las únicas que garantizan que las comunidades, los municipios, el estado y la nación salgan adelante con un rumbo cierto de progreso.
Estas reflexiones me vienen hoy a la mente al acordarme de un líder gallego que duró mucho tiempo como presidente de esa provincia. Su oferta nunca dejó de ser la de exigir a la gente “trabajo productivo”, y es aquí en donde me ubico en mi Venezuela actual, que en un alto grado las ofertas de trabajo no van mas allá de considerar el territorio nacional como una isla, en la que se solo produce petróleo y su gente es empleada del gobierno o comerciantes.
Como pueden observar lo anteriormente descrito, ya veo los programas de gobierno de cada uno de los candidatos ofreciendo solucionar el problema del desempleo, de la buhonería (que poniéndole el nombre que quiera para disfrazarlo no deja de ser desempleo), la inseguridad personal y de bienes, el de la basura, el servicio eléctrico, el abastecimiento de agua, la estructura vial y pare de contar, lo que significan los servicios públicos y privados que giran alrededor de satisfacer las necesidades básicas de cualquier ciudadano.
En esta oportunidad son candidaturas para alcaldes de municipios, las ofertas para dar empleos no deben ser otras que garantizar que el que quiera trabajar y producir lo dejen trabajar y producir, lo estimulen, no le pongan más trabas y controles, que si bien existen en leyes, reglamentos y resoluciones, solo han tenido como resultado prácticamente el martilleo, la desinversión y la paralización de la industrias agrícolas y pecuarias y las zonas industriales del país, lo poco que queda se puede afirmar que lo ejecutan bajo la orden de manos arriba.
Son muchas las ofertas que permiten estimular la producción tanto en el campo como en las ciudades y son precisamente los alcaldes los que están al lado del problema y me refiero a exoneración de impuestos municipales por determinado periodo de tiempo, a quien invierta e instale fabricas en el municipio, a quien haga desarrollos urbanísticos, a quien planifique, invierta y promocione la producción agrícola y pecuaria en la región.
Como pueden leer es diferente a la oferta de continuar haciendo mercados para buhoneros, plazas y parques con el nombre de Doña X, empleos para el aseo urbano para recoger la basura que yo mismo produje y sobre todo la clásica oferta de seguir abultando la nomina de empleados públicos para cumplir el compromiso político por arriba del compromiso histórico social, se tiene que pensar en un municipio autónomo y sustentable en su producción.
Me permito enviarles un mensaje a los futuros aspirantes a alcaldes cualquiera sea su tendencia que nos dejo Abraham Lincoln: ”Asegurarse de poner los pies en el lugar correcto, después mantenerse firme”.
Señores aspirantes llego el momento de actuar con diligencia y valor, que se note la participación y no queden al aire como blandengue y se conviertan como gamelote seco en medio de una sabana, donde hasta el sol exhibe su vigor libremente incendiando y borrando las huellas que aun débiles podían marcar el paso de unas mas vigorosas huellas.
Todos unidos por la producción nacional.
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@JGmendozabarquito