El maestro Carlos Cruz-Diez cumplió recientemente 90 años y en su homenaje, un grupo de artistas celebrará una colectiva en su honor el próximo domingo 25 de agosto en el Centro de Arte Daniel Suárez en Caracas.
Esteban Castillo, César Andrade y Rómulo Contreras serán parte de ese tributo que incluye a creadores de diferentes partes del país, un grupo diverso, de artistas geométricos, cinéticos y otros movimientos.
Castillo, a quien entrevistamos para conocer más detalles de este reconocimiento a Cruz-Diez en sus 90 años, expresó que hace algunos años atrás varios artistas geométricos se reunieron para mostrarle al mundo su desempeño en el área.
“El grupo surge porque después de Cruz-Diez, Jesús Soto y Alejandro Otero, se conoce muy poco sobre otros artistas cinético-geométricos. Desde hace aproximadamente tres años estamos recorriendo el país para mostrar lo que hacemos”. El periplo inició en Puerto La Cruz, ha hecho dos paradas en Maracaibo y el próximo domingo regresará a la capital para el festín aniversario de Cruz-Diez.
“El grupo funciona por autogestión, entran y salen artistas dependiendo de la posibilidad de participación de cada uno. Somos muy unidos”, explicó Castillo.
Cruz-Diez es ejemplo a seguir, dijo, de allí este agasajo.
“Se ha destacado como investigador, es un hombre que vive para el arte. Lo conocí en el Salón Arturo Michelena. Me acerqué a él para que conociera mi obra. Es conversador, sencillo y humilde. En otra oportunidad en un salón parisino, colgó uno de mis cuadros sin ningún complejo. Las veces que he querido verlo, ha podido, es receptivo”, contó.
Recordó que cuando llegó a la Escuela de Artes Plásticas, cuando apenas aprendía que mezclando azul y amarillo, daba verde, y que rojo con amarillo, era naranja, oía hablar de Carlos Cruz-Diez, como un gran diseñador.
“Llegué a París en octubre de 1967 y mi primera visita fue al taller del maestro Carlos Cruz-Diez. Estaba trabajando unas serigrafías y me dijo -notas estos dos colores que yo imprimí, observas este amarillo-, y era verdad, el amarillo estaba allí, por efectos ópticos, se producía por la suma visual de los otros dos. Es un trabajador de todos los días, una vez me dijo que el arte es una profesión de viejo”.
Añadió que para la plástica el maestro Carlos Cruz-Diez es ejemplo de dedicación y perseverancia, no tiene pretensiones a pesar de su trayectoria y reconocimiento internacional. “Para el grupo de artistas geométricos es muy bello reunirnos para un homenaje a la obra de Cruz-Diez y en sus 90 años de vida. Un hombre que a esa edad tiene intactas las ganas de trabajar. Cruz-Diez es una referencia para todos los artistas, no sólo para los geométricos o cinéticos, para todos los creadores”.
Desde que lo conozco, prosiguió el entrevistado, lo he visto trabajando, siempre, ha tenido tiempo para mí, para tomarse un cafecito, como él muy familiarmente me dice cuando visito su taller, en la Rue Semard, en París, donde está todo ordenado, donde los colores se mezclan sabiamente y los nuevos materiales, aluminio, plexiglás y otros, se unen en simbiosis para ser utilizados en sus fisiocromías. “Tuve el privilegio de ver cuando estaba haciendo la maqueta para el Monumento al Sol, ver y oír sus conceptos y planteamientos cuando con luces de colores hacía sus investigaciones sobre sus trabajos de Cromosaturaciones”.
El laureado artista barquisimetano siente una gran emoción por los triunfos de Cruz-Diez, considera que este ha construido un gran imperio de colores, de líneas, armonías y formas que aparecen y desaparecen; colores que están en el espacio, que se construyen en nuestra imaginación, ese color físico, color etéreo que colorea superficies, que modifica nuestra visión, que se combinan en diferentes armonías y que hoy andan por el mundo.
Muy triste
Cuando le preguntamos a Castillo por el deterioro que padece el Monumento al Sol se le quebró la voz. Como artista y ciudadano lamenta profundamente que una extraordinaria y valiosa obra de arte como esa se encuentre en el estado en que está, ante la indolencia de todos.
“Eso me pone muy triste. Pensar en eso me quiebra. La obra de Cruz-Diez es admirada en cualquier parte del mundo, respetada y valorada, eso no pasa en nuestra ciudad y eso duele. Es un hecho del que todos los ciudadanos son responsables. El Estado debe velar por su protección o hacer algo para evitar que cualquier obra de arte sea blanco del vandalismo”.