¿Cuántos son y de a cómo nos toca?

Uno de los principales blancos del oficialismo ha sido Henrique Capriles Radonski, ex candidato presidencial y gobernador del Estado Miranda, a quien han insultado y calificado incluso de homosexual en pleno hemiciclo.
La vida política de este gobierno ha estado plagada de polémicas. Desde que asumió el ex tinto Hugo Chávez han atacado a los dirigentes y parlamentarios opositores, diálogo atestado de groserías y atropellos físicos.
Recordando al hoy Presidente de la República Nicolás Maduro lanzando puños en la Asamblea Nacional durante los primeros días del  gobierno de Chávez, nos trasladamos a aquel ring de boxeo que el martes 30 de abril de este año montaron los ventajistas para agredir salvajemente a los diputados María Corina Machado y Julio Borges, la primera  intervenida quirúrgicamente por presentar 4 fracturas del tabique nasal, hundimiento del dorso nasal izquierdo, y el segundo con fractura en el pómulo izquierdo (hueso malar).
Antes, el martes 16 de abril, el también parlamentario Wiliam Dávila igual fue atropellado dejándolo con la cara ensangrentada.
La mecha del martes 13 de agosto ( ni te cases ni te embarques), fue encendida cuando en la Cámara, al denunciar el oficialismo presuntos casos de corrupción y de prostitución homosexual en el gobierno del Estado Miranda, salieron a relucir insultos y cuestionamientos sobre preferencias sexuales de miembros de la oposición, en particular de Henrique Capriles.
Pedro Carreño, el diputado guapetón oficialista de turno añoró entonces aquellas expresiones de Chávez, quien nunca respetó el decoro y buenos modales para con el prójimo, gritándole palabras soeces al gobernador de Miranda, citando desvíos sexuales, aunque todas las personas que pierden la paciencia con el entrecejo arrugado en desprecio enorme por el resto de la gente, son siempre los más evaluados.
Fue un espectáculo indigno de este gobierno, otra vuelta al ventilador grotesco que usan para distraer al pueblo y hacerle sombra a tantos desastres que vienen cometiendo para someter a los venezolanos.
Qué es más bochornoso, ¿la publicación de una fotografía denunciando el estado de la morgue de Bello Monte en agosto de 2010, por la cual fueron multados 2 diarios venezolanos, o el clima de «violencia verbal» en el que se están llevando los debates y que «la orientación sexual o identidad de género real o percibida” sea utilizada como argumento discursivo»?
Según la jueza, los diarios difundieron una imagen que representó «peligro de alteración del bienestar psicológico de los niños, niñas y adolescentes». Para el Ministerio Público, esa fotografía representa una imagen grotesca que irrespeta la dignidad.
Pero lo que vimos en la Asamblea fue una ejecución moral en un espacio público a través de un medio masivo de comunicación. ¿Cómo califica esto el Ministerio Público?
Sobre estas incertidumbres sexuales hay mucho trapo de donde cortar, y aunque cada quien es dueño de sus actos, seria bueno hacerle un recuento a los oficialistas de dudosa reputación con aquello de, ¿cuántos son, y de a cómo nos toca?
No es la primera vez que la bancada oficialista pierde el control en el Parlamento pensando en la eternidad. Una forma asquerosa y vergonzosa de hacer política, digna de  terapia sicológica o tratamiento siquiátrico para poder moderar sus vidas.
A Capriles, quien por sanidad mental no responde descalificaciones, bajezas o amarguras, y no reconoce su derrota frente a Maduro por una diferencia de 1,49 puntos porcentuales en la elección del 14 de abril, lo tienen acorralado con la pijama lista detrás de las rejas. Eso es bueno. Marcos Pérez Jiménez, antes de su caída encarceló a media Venezuela.
El Tribunal Supremo de Justicia lo sancionó a pagar una multa de 100 unidades tributarias (10.700 bolívares fuertes) a la Tesorería Nacional, pues a juicio de la Sala, la solicitud introducida por el gobernador contenía «conceptos ofensivos e irrespetuosos en contra de la Sala y otros órganos del Poder Público».
Asimismo, el Tribunal notificó mediante el escrito, que  sería remitido al Ministerio Público para que se realice una investigación por vilipendio político y denigrar públicamente a las instituciones del Estado, con una posible sanción penal. ¿Con qué cara?
El gobierno siempre ha dominando la Asamblea y nunca han legislado sobre leyes que sancionen soluciones para todas las plagas que hoy nos azotan, mientras se dedican a averiguar quien es gay o no.
Dios ayude y fortalezca al pueblo que vive la mayor humillación de la bestia roja. Venezuela ya no aguanta tanto abuso.