Romer Peña, cuentacuentos: “El arte cambió mis posibilidades”

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Un Desayuno Foro con un cuentacuentos no tiene comparación.

Las anécdotas sobran y la imaginación vuela. Sobre todo cuando se trata de alguien capaz de conmover con la historia de su vida. Hablamos de Romer Peña, joven sensible, carismático y extrovertido, de 24 años de edad, nacido en Caracas y radicado en Barquisimeto desde los seis años de edad.

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“Vivíamos en Caricuao. Caracas estaba cada vez más caótica y mi mamá no quería que creciera en un ambiente así, por lo cual nos vinimos a Barquisimeto, al oeste, cerca de La Carucieña”, contó Peña.

La mamá de Romer es Geisha Rodríguez, ama de casa. Su papá, Clemente Peña, falleció el año pasado.

“Mi papá era un gran hombre, trabajó en DHL. Crecí escuchando sus historias producto de los viajes que constantemente hacía. Luego trabajó como asistente de pista en el Aeropuerto de Maiquetía. Cuando era niño íbamos siempre a La Guaira a mirar los aviones”.

Mencionó que le debe todo a su mamá. “Mis papás se divorciaron cuando tenía 9 años. Él se fue de la casa y por ser hijo único mi crianza pasó a mis abuelos. Mi mamá nunca había trabajado y salió a la calle a luchar por mí. Es una mujer trabajadora e incansable; es mi vida. Quisiera poder ayudarla más porque está enferma y ser artista en este país es bastante difícil”.

Estudios

Este estudiante del 8º semestre de Psicología en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado cursó la primaria en la Escuela Básica 12 de Octubre y el bachillerato en la Escuela Técnica Industrial de La Carucieña.

“Aunque parezca extraño estudié todo el bachillerato en la Técnica y si bien, no existía la palabra bullying (acoso escolar), fui víctima de eso. Andar por los pasillos de una escuela técnica soñando, pintando murales, queriendo ser artista, con el cabello largo… no era bien visto, sin embargo, fui un rebelde con causa porque defendí mis puntos de vista”.

Cuentos y más cuentos

Cuando Peña decidió que quería ser artista tuvo algunas diferencias con sus padres.
“Mi familia es común; nadie pinta o toca una maraca. Cuando veían que yo pintaba y me ponía la ropa de ellos y jugaba, se preocuparon”.

A pesar de las dificultades, Romer siguió en la Técnica donde conoció a la actriz Flora Ovalles, quien impulsó su carrera como cuentacuentos a partir de un curso de teatro. “Ella fue una madre protectora. Mi cómplice; tengo mucho que agradecerle”.

Precisó que fue un estudiante regular, salía aplazado en matemáticas y sobresalía en lo cultural.

Tras participar en una función en el Festival de la Oralidad y conocer a importantes cuentacuentos de otros países, asimiló que ser artista sí era factible y no tan impensable como creía.
En noveno grado, a los 15 años de edad, Flora lo lleva con Mau de Ceballos para participar en una obra de teatro y posteriormente para unos cursos de narración oral en el Colegio de Médicos.

Romer contó que se encontró con realidades muy duras a lo largo de su vida. Entre otras, con una profesora que le decía que si hubiese nacido en otro país y otro núcleo familiar, su historia sería otra.

“Pero no, nací aquí y mi familia es mi familia, aunque me desmoralizó su comentario, no dejé de luchar por mis sueños”.

A los 17 años, en 2006, se presenta por primera vez en la instalación del Festival de la Oralidad, donde conoce a un colombiano que lo invita a un festival en Colombia, allí representó a Venezuela. Era el cuentacuentos más joven del grupo.

“Lo que más disfruto de esta profesión es escuchar porque las posibilidades para hablar la tenemos en cualquier momento; de eso se trata el oficio. Escuchar al otro es muy valioso.

Peña, también se destaca como guardaparques universitario en el Parque Bararida del equipo de voluntarios. Ha viajado por casi todo el país desde que tenía 12 años.

La universidad

En cuarto año decidió que estudiaría teatro. Muchos criticaron. Aseguraban que moriría de hambre.

“Entré en crisis. La única posibilidad era Caracas. Apliqué varias opciones por CNU y no obtuve ningún cupo”.

Al poco tiempo abrieron Artes Escénicas en la Universidad de Los Andes. Se preinscribió, se fue sin dudarlo con unos pocos ahorros y sin residencia. “No desayunaba para poder almorzar, vivía en la casa de una amigo de otro amigo, no conseguía trabajo… fue muy duro. Un día cualquiera me llamaron de la UCLA y como me fui me devolví”.

Tras dos años esperando el cupo en la UCLA lo eligen entre 54 estudiantes. Sólo había dos cupos disponibles.

“La Psicología me hizo descubrir que todo lo que uno hace en la vida tiene que ver con la esfera personal. Me considero una persona resiliente. He pasado por situaciones muy difíciles y al mismo tiempo he sido feliz. Entendí que hay personas que a pesar de tener una mejor situación económica, también sufren, lloran y se enferman. Si yo me iba a morir por lo que no tenía, ahí me iba a quedar. No se trata de lo que tienes o no tienes, es cuestión de actitud”, reflexionó visiblemente emocionado.

-¿Siempre extrovertido o fue necesario vencer el miedo escénico?

-Siempre hablé mucho. Mi mamá se sorprende porque es una mujer relativamente tímida y yo desde pequeño le sacaba conversación a la gente en los autobuses y hablaba con los vecinos…. pero sí hay un miedo unos 30 segundos antes del salir al escenario.

¿Ser cuentacuentos servirá para la psicología o la psicología para ser un mejor cuentacuentos?

-Tengo una teoría que cada vez que se la comento a mis profesores se alarman. Les digo que la psicología y la actuación se parecen mucho. Los actores y los psicólogos somos atletas de los sentidos y las emociones. Hay una postura, una simbiosis que no puedo separar.

-¿Psicólogo o cuentacuentos?

-Ha sido difícil demostrarle al mundo de la psicología la posibilidad de ser exitoso como cuentacuentos y serio como psicólogo porque como artista bromeo… toca demostrar ese nivel y seriedad que construyo como psicólogo.

-¿Se ha planteado valerse de la crisis social para sus espectáculos?

-No. Hay adversidades y aunque soy un muchacho de rutas y rapiditos, estoy inmerso en todos lados y por supuesto me afecta, no es mi objetivo llevar todo eso al escenario. En lugar de quejarse, considero que hay mucho por hacer por este país tan grande.

Ganador

Peña recibió recientemente un reconocimiento internacional por una investigación que realizó vinculada a la Arte Terapia, disciplina famosa en España.

En ese trabajo estudió la influencia que tiene la educación musical sobre los niveles de resiliencia en niños con riesgo social.

“Lo que está pasando en la música y en el arte me interesa, específicamente lo qué sucede en la vida de la gente de pocos recursos”.

Peña realizó el estudio en el núcleo de Tamaca. Luego, envió su investigación a un congreso en Colombia y recibió un premio latinoamericano por innovación y excelencia académica.

“Pensaba que sólo se trataba de una ponencia, incluso hubo una selección de los trabajos. Resultó que me estaban evaluando. Para mi trabajo de grado continuaré con esa misma línea de investigación”.

Proyectos

Este artista, escribe un espectáculo en homenaje a su papá.

También, desea llevar su nueva propuesta teatral Gato encerrado a otros escenarios.
El próximo viernes partirá a Colombia para participar en el Festival El Caribe Cuenta que se realiza en Barranquilla.

“A veces la gente cree que porque uno participa en esos festivales se está llenando los bolsillos pero resulta que detrás de todo eso hay un esfuerzo enorme. Nunca Cadivi me ha dado un dolar ni tengo tarjetas de crédito. La gente me ha ayudado y colaborado para poder representar a Venezuela”.

En el Festival El Caribe Cuenta participarán cuenteros de España, Cuba, Venezuela, Chile, Perú y por supuesto Colombia.

Se desarrollará del 25 al 31 de agosto, con el respaldo del Ministerio de Cultura y la Secretaría Distrital de Cultura y Turismo de Barranquilla. Comprende una intensa programación en escuelas, universidades, barrios y distintos escenarios de Barranquilla y el Atlántico.

 Twitter Foro

Romer Peña, el especial cuenta cuentos que visitó nuestras instalaciones para compartir un desayuno y su historia con EL IMPULSO contestó las preguntas que enviaron nuestros lectores a través de la cuenta twitter @elimpulsocom.

@OttoNavas ¿Consideras importante masificar la experiencia de los cuentacuentos para estimular la creatividad de los niños?

R: Sueño con trabajar en eso, yo sueño con que algún Gobierno o institución me compre un proyecto para niños donde a través de los cuentos se le pueda decir a los pequeños en los barrios que sí es posible y darle las herramientas. Los bueno de esto es que yo soy producto de lo que hago, un proyectos que termina siendo efímeros para muchos para mí es mi realidad, el arte cambió mi vida. Yo pude ser un delincuente pero el arte es mi vida.

@Claudialdana ¿Qué ha significado Proyecto Amor en su vida?

R: Es hermoso. Ha sido la posibilidad de llegar a los niños sin posibilidad. Trato en la medida de lo posible que la gente que me escucha se pueda conectar con un Dios superior y de plenitud.

¿Qué lo inspiró?

R: La vida, la posibilidad de contar, ser un portavoz de quienes no hablan, he tenido la oportunidad de escuchar y eso es algo que disfruto mucho y llevar esas historias a mucha gente es algo que me encanta.

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