La inteligencia humana es definida como la capacidad para aprender, razonar y resolver problemas, adaptarse a nuevas situaciones, comprender ideas, manejar conceptos abstractos y aprender, usando los conocimientos para manipular y sacar provecho de su entorno.
La inteligencia humana es una combinación de todos los proceso nombrados, que van dirigidos hacia una adaptación efectiva. Es la unión de muchas habilidades.
La inteligencia humana no tiene límites, es casi infinito nuestro potencial, diferentes textos y expositores plantean el poder que tiene la visión, los sueños, las ganas de hacer las cosas, la actitud mental positiva.
Se ha determinado que existen siete inteligencias.
Inteligencia musical: sensibilidad ante la melodía, el ritmo y el tono.
Inteligencia Lingüística: que tiene que ver con la habilidad para expresar ideas con claridad, perspectiva, pensamientos, sentimientos, agudeza. Aquí están los grandes oradores, los escritores, poetas, etc.
Inteligencia kinésico-corporal: habilidad con el cuerpo o las manos. Atletas, bailarines, cirujanos, etc.
Inteligencia espacial: la habilidad de formar modelos mentales del mundo espacial y poder maniobrar u operar con esos modelos. Navegantes, arquitectos, escultores, etc.
Inteligencia lógico-matemática: razonamiento matemático, habilidad con los números y las cadenas de razonamiento.
Inteligencia intrapersonal: dirigida completamente al mismo individuo. Habilidad para formar una visión verídica de uno mismo y ser capaz de utilizarla para enfrentar la vida.
Inteligencia interpersonal: entender, motivar y ayudar a otros: sensibilidad humana, capacidad de darse cuenta y poder diferenciar entre los individuos y sus estados de ánimo, intenciones, motivaciones y temperamento.
Son estas dos últimas las que comprenden lo que se llama “inteligencia emocional”, que es la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones. Algunos especialistas piensan que la inteligencia emocional es una característica innata, pero otros creen que puede ser aprendida y fortalecida.