Nueve candidatos disputarán la elección presidencial de noviembre en Chile, el mayor número en la historia reciente, con el desafío de intentar contrarrestar el amplio favoritismo que concita la exmandataria socialista Michelle Bachelet.
El extenso número de postulantes busca dar respuesta a una serie de demandas sociales surgidas en los últimos dos años en Chile, pero salvo Bachelet y la abanderada única de la centro-derecha, Evelyn Matthei, ninguno de los otros candidatos tiene posibilidades reales, de acuerdo a analistas.
«Sin contar a Bachelet y Matthei ninguno de los otros tiene muchas chances, porque en Chile, a pesar de la crisis de legitimidad de los partidos políticos, la mayoría vota por los partidos tradicionales», explicó el analista electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales.
La alta fragmentación de candidatos «se debe a la emergencia de demandas sociales, como la educación pública de calidad y el fin de los abusos» a los consumidores, agrega Morales.
La excesiva oferta de candidatos terminará, no obstante, afectando negativamente la campaña y seguramente forzará a una segunda vuelta, criticó el politólogo Patricio Navia.