El alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, afirmó que «es una vergüenza que Brasil acoja los Juegos Olímpicos» en 2016 porque el país carece de una política deportiva, aunque afirmó que los juegos serán algo bueno para la ciudad que gobierna.
«Es una vergüenza que Brasil acoja los Juegos Olímpicos (…) Nosotros debemos cuidar del legado de los Juegos Olímpicos en la ciudad, quien precisa crear una política deportiva es el gobierno federal», afirmó Paes en una entrevista realizada por el periodista deportivo Juca Kfouri y que será difundida integralmente este viernes por el canal ESPN.
«No es el papel de la alcaldía pagar (a los deportistas de) alto rendimiento, mi papel es la universalización de la práctica deportiva, el papel del alto desempeño es del gobierno federal», insistió el alcalde en uno de los trechos de la entrevista difundidos de manera anticipada.
Paes sostuvo que para la ciudad de Rio, que acogerá los Juegos en dos años, quedará «un legado» de infraestructura, pero indicó que debe conocerse quién administrará los centros deportivos tras los JO-2016, si serán gerenciados de manera sustentable o «se convertirán en un lugar donde los dirigentes colocan a su prima en el bar».
Paes sostuvo asimismo que es «un escándalo» que los dirigentes deportivos brasileños permanezcan la vida entera en sus cargos, siendo reelectos de forma interminable, y criticó la calidad de su trabajo.
«El ambiente precisa mucha transformación y cambios (…) Es un escándalo, es una vergüenza cómo funcionan las cosas; es difícil gerenciar el deporte en Brasil con la calidad de dirigentes que hay (…) Se quedan ahí (en sus cargos directivos) la vida entera», lamentó.
«El ambiente de la FIFA no es el mejor del mundo (…) Sólo se preocupan por los estadios» y no por el legado que queda para las ciudades sede, afirmó asimismo, a menos de un año del Mundial-2014 en 12 ciudades brasileñas.
Tras las masivas manifestaciones de junio que reunieron a más de un millón de personas en Brasil contra los millonarios gastos públicos en la Copa del Mundo de fútbol el año próximo y los JO-2016, el alcalde sostuvo que si fuera por él, no construiría un nuevo campo de golf en Rio que costará millones de dólares «para un deporte que no es ni va a ser popular en Brasil».
No obstante, garantizó que el nuevo campo de golf no destruirá el medio ambiente y no está localizado en un área de protección ambiental.