La crisis de los servicios básicos que se vive en todo el país continúa, y en esta ocasión, un pequeño grupo de habitantes del sector La Puerta de Bobare y caseríos aledaños, se apostaron en la intercomunal que comunica a la parroquia Aguedo Felipe Alvarado con la ciudad de Barquisimeto, como forma de protesta por la escasez de agua que viven desde hace tres años, según sus declaraciones.
La acción que inició a las cuatro de la madrugada, se produjo en el caserío que está a un kilómetro del pueblo de Bobare, y donde participaron miembros de los diversos consejos comunales que hacen vida en la zona: un total de veinte, informó Henry Camejo, quien dirigía las acciones de protestas.
Con colores y símbolos alusivos al partido de Gobierno, miembros de las comunidades gritaron consignas para reclamar un derecho que no reciben desde que asentamientos poblaciones se formaron a lo largo del sector El Obispo hasta la zona afectada. Según los perjudicados, el agua que recibían por tuberías desde hace algunos años, se redujo a cero debido a las diferentes tomas por parte de las invasiones que ha sufrido el sector noroeste del municipio Iribarren, “desgraciadamente somos las últimas comunidades conectadas a esta tubería y, por ende, no nos llega el agua”, dijo Camejo.
Mientras tanto, habitantes afectados han debido satisfacer la necesidad básica a través de camiones cisternas que llenan los 12 tanques que surten a los más de 98 caseríos establecidos alrededor de la población de Bobare.
“Los martes, el día que mandan (Hidrolara) los camiones cisternas, debemos esperar desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde, y nos dan solo dos pipas por familia durante una semana”, dice Ivis Álvarez, habitante de la comunidad, “esto nos debe alcanzar para todo, además del consumo”.
Cuando el suministro gratuito ofrecido por la hidrológica regional no alcanza, los afectados deben buscar alternativas, que van desde adquirir el agua de un camión entre varias personas de la comunidad, así como comprar el líquido de lagunas a las personas que cuentan con este recurso en el sector. Sin embargo, recientemente y a consecuencia de la escasez de lluvias, la única opción con la que cuentan es la de adquirir el agua que proviene de llenaderos para satisfacer la necesidad. “Los camiones están cobrando hasta 800 bolívares por cada viaje”, explicó Camejo.
Sobre la solicitud que ha hecho la comunidad para sumar más camiones cisternas que aumenten la frecuencia del agua trasportada hasta el lugar, vecinos indicaron que la respuesta de la empresa responsable ha sido negativa. “Nos dicen que les hace falta presupuesto para eso, pero sí hay dinero para instalar tuberías y mejorar el sistema en otras partes de Barquisimeto”, comparó Álvarez.
“No es político”
Sobre el motivo que inició la protesta, vecinos salieron al paso a las supuestas declaraciones hechas por el vicepresidente de Hidrolara, Jean Moreno, en un programa radial la mañana de ayer. Camejo dijo: “Esto no tiene nada que ver con política.
Si él piensa que reclamar los derechos básicos es una cuestión política, es su opinión, pero la comunidad en general sabe que no es así”.
Quienes protestaron durante todo el día, mantuvieron la vía trancada a expensas de las molestias generadas entre los usuarios que se mantenían estacionados en la tranca.
En este sentido, Marcos Carvajal, residente del caserío El Potrero, mantenía un cargamento de piedras en un camión que debió ser trasladado hasta Barquisimeto, y que no pudo llegar a tiempo por la protesta, “esta no es la forma, están violando el derecho a circular.
Con esta acción, el afectado es el pueblo”, expresó. Entretanto, usuarios dependientes del transporte público se movían de un extremo al otro de la protesta para poder cumplir con las obligaciones de un inicio de semana.
Para finalizar, los protestantes solicitaban la presencia del fiscal 21 con competencias en los derechos básicos, así como la Defensoría del Pueblo, diputados del Consejo Legislativo del estado Lara, Henri Falcón como gobernador del estado, y miembros de la empresa Hidrolara… ninguno se presentó al lugar, “nos tienen que escuchar, ¿no somos pueblo?”, expresó Camejo.