El Teatro Juares recibió el pasado domingo y a sala llena al elenco de Mi país, tu país integrado por Led Varela, José Rafael Guzmán, José Rafael Briceño (El Profesor Briceño) y George Harris, este último hizo su aparición mediante webcam.
La Despedida, se tituló este espectáculo que inició su gira nacional en Maracaibo luego de 140 funciones y más de 40 mil espectadores a lo largo y ancho del país.
Una vez más, los comediantes descargaron una justa y necesaria dosis de humor negro sobre las múltiples vicisitudes que padecen los venezolanos día tras día.
Como en los shows pasados, cada uno le imprimió su estilo al espectáculo. Varela destacó por lo ácido, Guzmán por hacerle justicia a los próceres de la independencia y “El Profesor” Briceño por su perfecta dicción y acertados comentarios. Harris, por supuesto, hizo lo propio desde Miami, retratando el suplicio que implica tramitar la visa americana y comenzar de cero en un país que no es el tuyo.
Nadie se salvó de los comediantes. Ni Maduro ni Capriles, ni Diosa Canales ni Valentina Quintero. En medio de la tragedia que representa la inseguridad, la escasez de productos y la política, hubo oportunidad para sacarle el jugo a todo. A los mototaxistas, a los pranes y los fanáticos religiosos. A esa realidad tan distorsionada e incongruente que nos ocupa diariamente, comenzando porque en Venezuela “cualquiera” puede ser presidente y existen diferentes tipos de dólar; el oficial, el negro y el que se paga por transferencia. El público no paró de reírse de sus tragedias y de lo invertido que funciona todo en Venezuela.
“Hacer humor en este país cada vez es más difícil porque a medida que el país se vuelve más loco, la justicia también se desvirtúa y es muy difícil hacer humor a partir de la justicia”, comentó José Rafael Guzmán durante su actuación.
Al igual que el resto de los comediantes, “El Profesor” Briceño fue varias veces aplaudido por la audiencia. De entrada, se jactó de tener el trabajo más afanoso del mundo, ser desde hace ocho años el profesor de las “doñas” de la Organización Miss Venezuela.
“Es como ser controlador aéreo. Puedes aterrizar a cinco mujeres perfectamente en el Poliedro y nadie te da las gracias, basta que una diga que va surfear sobre la Constitución para que te recuerden”.
Otro de los comentarios anecdóticos de Briceño fue que aquí en Venezuela un conductor cree que los contadores de tiempo que tienen los semáforos son para “picar” y no, no es así, sirven para medir el cambio entre una luz y otra.
“En los países del primer mundo los edificios tienen una antena, aquí tienen una taza de café o una pelota como si King Kong nos fuese a visitar”. En fin, cada uno de los comediantes llevó a los espectadores a identificar elementos y situaciones de sus rutinas, haciéndolos sentir en casa, entre amigos, como si se tratase de cualquier reunión de fin de semana. El público se rió de los abusadores, el tráfico y todo aquello que le molesta para aprender a sobrevivir en medio de esa realidad.
