Por quinta ocasión en los últimos 14 años, se solicita ante la Asamblea Nacional una Ley Habilitante, en esta oportunidad es Nicolás Maduro quien toma como excusa la lucha contra la corrupción para pedir al poder legislativo esta concesión.
Para el abogado y profesor universitario Joel Rodríguez Ramos, esta es otra actitud demagógica del Gobierno, pues no hace falta una Ley Habilitante para combatir un delito que está sumamente regulado dentro de las leyes venezolanas.
“Si se quiere combatir la corrupción primero se debe comenzar por designar funcionarios y ministros honestos. No se necesita una habilitante para esto. Los problemas de corrupción no se solucionan cambiando leyes sino con decisión y voluntad”.
Indicó que “están corrompiendo la lucha contra la corrupción y son los diputados de la AN quienes deben debatir y decidir si es necesario un cambio en el Código Penal, Ley Anticorrupción y demás normativas que regulan este delito.
“El poder legislativo es el que tiene el deber de realizar este procedimiento. Para eso está la AN y los diputados si creen que se debe modificar alguna ley debatirán y harán consultas con expertos. Además hay una ley de salvaguarda del patrimonio público y la Ley de Ilícitos Cambiarios, todas vigentes y listas para poner en práctica de ser necesario. Es un absurdo, delegar al Presidente facultades legislativas que le corresponden única y exclusivamente a la AN”.
Destacó que en la constitución de 1961 se regulaban las habilitantes, las cuales sólo eran otorgadas al Presidente para materias económicas y financieras, mientras que en la Constitución de 1999 se dio carta blanca.
“Lamentablemente la Constitución actual contempla la habilitante para cualquier materia. Si quieren reformar cualquier ley pueden hacerlo a través de ella. Es muy peligrosa porque delega en el Presidente funciones propias y exclusivas del poder legislativo”.
Acotó que los únicos presidentes aparte de Hugo Chávez que han utilizado una habilitante han sido Rómulo Betancourt, Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi y Rafael Caldera en su segundo período de gobierno, todos ellos en materias solamente económicas y financieras.