En relación con el anuncio de Nicolás Maduro, en el sentido de “montar una nueva estructura para que los ministros que han recorrido este país comiencen a apretar, a transformar y cambiarlo todo”, el politólogo Piero Trepiccione, consultado por EL IMPULSO, declaró que la organización del Estado no puede ser improvisada.
Esta es una materia muy delicada, explicó. No se puede estar dando marchas y contramarchas en lo referente a la organización del Estado porque eso puede acarrear un elevado porcentaje del gasto público.
En tiempos de vacas gordas se puede soportar, pero cuando la temporada es de bajos ingresos fiscales se dificulta el funcionamiento de los organismos oficiales.
La organización de los ministerios tiene que obedecer a una política pública y a un plan nacional. No se pueden crear, ni eliminar ministerios de la noche a la mañana.
El número de ministerios debe hacerse en base a una planificación de la función del Estado y en particular del Poder Ejecutivo.
Básicamente, se deben tener criterios claros, los cuales se encuentran establecidos en la propia Constitución y, por supuesto, todo tiene que ver con nuestra realidad socio-política y cultural.
El tamaño del Estado tiene que ser siempre adecuado, porque un Estado demasiado grande puede traer muchas dificultades, especialmente en lo que se refiere a su mantenimiento.
El gobierno ha tenido muchos altibajos en este asunto de los ministerios, ya que cuando Hugo Chávez llegó al poder, una de las primeras cosas que criticó es que había demasiados ministerios y, por consiguiente, mucha burocracia, motivo por el cual debía hacerse una reorganización ministerial.
Dijo entonces que había que reducir el tamaño del Estado y señaló que no podía ser posible que existieran cerca de 30 ministerios.
Comentó, y ya lo había en la campaña, que con quince ministerios era suficiente, pues no hacía falta el resto. Para dar un ejemplo, fusionó Educación, Cultura y Deporte en uno solo. Pero, más tarde no sólo los volvió a separar, sino que creó otros. Y así hizo con otros y los volvió a separar.
Aún más, estableció diferencias entre el sector educación, ya que mantuvo el ministerio tradicional y creó el de la Educación Superior.
Maduro heredó más o menos cuarenta ministerios, a los cuales se le deben sumar vicpresidencias por áreas. Y si ahora pretende hacer una reestructuración, el número será mucho mayor y mayor la burocracia, porque ésta será inevitable.
