Miembros de la familia Giménez se han dedicado por sus propios medios a industrializar los productos del principal rubro que se cosecha en la zona cercana a Bobare
Simara es un caserío de más de 200 familias ubicado al este de Bobare, la capital de la parroquia Águedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren, cuyos habitantes viven de las cosechas de piñas y de los rebaños de ganado caprino.
Muchos de los nativos de Simara son de apellido Giménez o están relacionados con el mismo, de allí que se mantengan unidos para hacer que el poblado sea conocido en Lara y otras entidades del país, principalmente por sus piñas, que según sus productores, son las más dulces.
Hace algunos años, en vista de no hallar suficiente mercado para sus cosechas, los Giménez decidieron hacer algo para que no se perdiera el trabajo de los campesinos.
Esa intención dejó como consecuencia la creación de una pequeña empresa familiar que denominaron, Gimar, con la finalicad de procesar el delicioso fruto.
“Apenas estamos dando los primeros pasos y a pesar de las dificultades y la falta de recursos suficientes ya hemos avanzado algo y la piña de Simara se está dando a conocer en el estado y fuera de él”, dice Romualdo, quien junto a Eladio, Víctor, Ángel y Alexander, así como algunos vecinos de Simara y de otros caseríos cercanos producen unas cuatro mil bolsas de pulpa o rodajas diariamente.
“Aquí trabajan 20 mujeres y 6 hombres durante la temporada de producción”, explica Romualdo.
Actualmente la pequeña planta está paralizada por falta de materia prima y de comercialización debido a las vacaciones escolares, pero pronto reanudan las actividades de la única industria del poblado.
Destaca Giménez que la mayoría de los equipos de la procesadora son producto del ingenio de ellos y reconoce el apoyo oficial recibido para desarrollarlos.
“De esta empresita dependen muchas familias de Simara, de allí que necesitamos más apoyo para ampliarla”.
Pero los Giménez no se limitan a empaquetar rodajas o pulpa de piña sino que hacen experimentos como el anexo a estas de otros sabores entre los que destacan parchita, tamarindo, mandarina, fresa, durazno y hasta manzana.
Además, los hermanos Giménez también están incursionando en otras áreas y actualmente experimentan con la elaboración de abono utilizando como materia prima los desechos de las frutas.
Ellos están logrando abono contentivo de la llamada lombriz roja californiana, utilizada en la piñicultura, así como en otras siembras.
“Con esto estamos manteniendo vivo el pueblo y generando trabajo para muchos de sus habitantes, así como garantizar a los productores la compra de sus piñas pequeñas que antes tenían que botar por no tener comercio”, dijo Romualdo Giménez.
Necesitan agua suficiente
En Simara siguen implorando les resuelvan el problema de la falta de agua, que es grave.
Maribelt Baldallo y Alexander Giménez, dos de los vecinos, explicaron que sólo la reciben cada dos o tres meses por parte de Hidrolara, de allí que exigen suministros más frecuentes.
Esa situación se siente en la escuela donde no funcionan los servicios sanitarios por falta del vital líquido.
A veces se ven obligados a consumir el líquido extraído de pozos, pero salado.
También piden acondicionamiento de la vialidad.