Beneficiarios y trabajadores del proyecto del nuevo mercado San Juan, desmintieron ayer que a los obreros de la empresa contratista se les hubiera debido algún monto de dinero por concepto de remuneración, tal como fuera publicado en varios medios impresos hace aproximadamente tres semanas.
No obstante, sí admitieron que en algún momento se contratará a una nueva empresa, pues la constructora dirigida por Carlos Peña habría incurrido en una serie de incumplimientos que contribuyeron con el retraso de la construcción.
En este sentido, Digna Barrios, principal vocera de los vendedores de comida que aguardan desde el año pasado en el área posterior del histórico mercado, para mudarse a la nueva sede cuya construcción gestiona la Alcaldía de Iribarren a través de Emica, informó que la alcaldesa Amalia Sáez se presentó el jueves de la semana pasada en el San Juan para inspeccionar el avance de la obra.
“Durante la visita nos manifestó que esta era la única obra que aún faltaba de su gestión, y se mostró decidida a terminarla. Originalmente se había dicho que el nuevo mercado estaría listo a finales del actual mes de agosto, pero a la fecha que estamos aún están terminando de colocar las bases para luego vaciar la loza y finalmente empezar a instalar las vigas estructurales”, señaló, asegurando que en menos de dos semanas entablarían conversaciones con la constructora, Emica y el gobierno municipal.
Para confirmar esta información también se conversó con el actual maestro de obra, Cruz Ramón Pargas, quien explicó que desde el pasado lunes se había estado laborando para acabar de armar la estructura de la base, y vaciar luego las vigas de riostra, así como las de carga o de amarre, es decir, a las que se atan los cimientos. En efecto, ayer se pudo observar que ya se había colocado gran parte de los armazones de metal de estos elementos.
“Una vez finalizada esta fase, procederemos a vaciar el concreto y a esperar a que se endurezca para entonces cubrir toda la superficie con malla y vaciar la loza, sobre la cual se armará la estructura del edificio”, aclaró el constructor.
El supervisor de la obra también puntualizó que la base acabada tendrá unas dimensiones de 92 metros de largo por 8 de ancho, aparte de los voladizos de 2,5 metros que se extenderán a cada lado, y por los cuales estarán dispuestas las caminerías. Al preguntársele qué se haría con el resto del terreno donde se realiza la obra, Pargas respondió que también se construirán una plazoleta y un área de estacionamiento, acotando que varias partes de la estructura del edificio vendrán prearmadas, por lo que su ensamblaje resultará rápido, así como las instalación de acometidas de agua, luz y otros servicios.
De esta manera, el maestro de obra recordó que la fase de construcción de la base es la más larga de todo el proyecto.
Vale la pena recordar que a principios de este año, los vendedores de comida del San Juan se quejaban por el retraso en el inicio de la obra, que para entonces sólo se había quedado en movimientos de tierra.
